Un homenaje

Calamaro fue papá a los 55 años y le puso un nombre en quechua a su bebé

Conocé el motivo por el que decidió bautizar de esta manera a la nueva integrante de la familia

QPJ Zapping

Javier Calamaro fue papá a los 55 años y eligió un nombre quechua para su beba. Después de 18 años, el artista fue padre por segunda vez. Con su pareja, Paola Montes de Oca, eligieron un nombre aborigen.

Javier Calamaro fue papá a los 55 años. Con su pareja, Paola Montes de Oca, disfrutan de la llegada de Sacha, la primera hija. La beba ya tiene seis meses y recién ahora el artista empezó a compartir imágenes con la beba en redes sociales. Dedicado a su vuelta a la televisión, los domingos con un programa de cocina -La cocina de los Calamaro, por El 9-, Javier  está volviendo a vivir la experiencia de cambiar pañales y preparar mamaderas, después de dieciocho años, edad que tiene su primer hijo.

Enamorado de la pequeña, Calamaro le regaló un pianito de juguete para que empiece a coquetear con la música, mientras le hace escuchar temas de Charly García, como el mismo contó a través de cuenta de Instagram. Hasta los seis meses de gestación de Paola, artista plástica con la que supieron conocieron en Miami , Javier prefirió mantener la noticia en reserva.

Y luego de la llegada al mundo de la nena- que convirtió en tío a Andrés-, en noviembre, la pareja optó hacer pocas publicaciones en redes hasta que Sacha empezó a crecer un poquito. Con un nombre particular, su significado está relacionado con la cultura quechua que los papis usan, ya que tienen un chamán que se llama así. "Quiere decir que pertenece a la selva", contó Calamaro.

"En nuestras vidas la selva tiene una gran importancia: la relaciones con la curación, l pureza y la naturaleza. No es un nombre que hayamos elegido por lindo, porque suena bien o porque pega con el apellido. Lo hicimos porque la consideramos una palabra muy fuerte e importante", confesó Javier.

Apodada Plin Plin, la peque de apenas unos meses de vida tiene enamorado a Calamaro y a su mami, que se dedica a pintar cuadros. Con Javier comparten tiernos momentos al piano, el con uno de cola en color blanco que tiene en su casa de Don Torcuato y ella con el suyo, de pequeño tamaño, que todavía está descubriendo para qué sirve.

"Nunca fue tan lindo volver de gira", resumió Calamaro, sobre su actualidad, todavía en tiempos de pandemia donde pudo empezar a hacer algunas presentaciones en vivo. Embobado con la hermosa nena, con la familia que formó , disfruta, entre otras cosas, de alzarla y cantarle mirándola a los ojos, en una conexión padre e hija indescriptible.

Fuente: Paparazzi

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