"Niño Milagro"

Mala yunta, descontrol y cambio de vida. La historia de John Kennedy, el verdugo de Boca

Con un talento indiscutido pero que si no hubiera sido abordado de manera correcta "no llegaba a ningún lado", el futbolista cambió radicalmente su vida

QPJ Zapping

En la jornada de ayer lo metieron para que haga lo que hizo, un gol y le de la victoria al "Flu". El delantero ingresó "con aire" en el alargue, cuando los futbolistas de ambos lados de la cancha ya acusaban calambres y por parte de su equipo, era necesario apoyarse en alguien que llegara "fresco" y con los pulmones a pleno. Sin embrago, tras su gol, fue expulsado -por festejo indebido- y Fluminense quedó con 10. Aún así, levantó la Copa Libertadores.

  

La historia de John Kennedy, el "niño milagro" que fue el verdugo de Boca: malas juntas, escándalos y talento.

En tiempo suplementario, el delantero de 21 años marcó el gol de la victoria ante Boca.

John Kennedy tiene solo 21 años y una vida plagada de emociones a la que le acaba de agregar uno de los momentos más felices. Con su gol, este joven oriundo de Mina Gerais, tierra de Pelé, le dio su primera Copa Libertadores a Fluminense, uno de los clubes más grandes de Brasil.

Kennedy es otro de esos chicos brasileños a los que el éxito les llega demasiado pronto. Estuvo a punto de perderlo todo por su indisciplina, pero supo reconducir su carrera hasta erigirse en el héroe de la Copa Libertadores. En el vestuario lo llaman el "niño milagro".

Kennedy (Itaúna, 2002) es un certero delantero y un manojo de nervios difícil de controlar. Un tren siempre a punto de descarrilar que revoluciona los partidos, pero en el que siempre confió su técnico, Fernando Diniz, figura clave para su recuperación.

Entró desde el banco en el minuto 79 para sustituir a un desdibujado Paulo Henrique Ganso, y desde el primer momento se le vio con ganas de poner su nombre y apellido en el trofeo de clubes más importante de América.

Gloria e infierno para John Kennedy en la Copa Libertadores

Después de algunos movimientos y jugadas interesantes, John Kennedy quedó en la historia del Fluminense con un certero derechazo al segundo palo de Chiquito Romero para poner el partido 2-1 cuando se jugaba el tiempo suplementario. Hizo así honor al apodo que le han puesto algunos de sus compañeros en el vestuario: "Milagro".

Sin embargo, fiel a su estilo impulsivo, su alocada celebración y el abrazo con los hinchas le valió la segunda amarilla y la expulsión.


John Kennedy, del Fluminense de Brasil, festeja luego de anotar en la prórroga de la final de la Copa Libertadores frente a Boca Juniors de Argentina, el sábado 4 de noviembre de 2023, en el Maracaná.

Caída y recuperación

Nacido en el estado de Minas Gerais, la tierra donde nació Pelé, y criado en el Fluminense, debutó con el primer equipo en 2021, después de deslumbrar en las categorías inferiores.

Pero en 2022 bajó a los infiernos. Los problemas extradeportivos se le empezaron a acumular. Llegaba tarde o se ausentaba de los entrenamientos. En mayo de ese año, se vio además envuelto en otro escándalo, después de que la Policía confiscara su vehículo tras encontrar marihuana en su interior. El jugador afirmó que le había prestado el vehículo a unos amigos. Kennedy no tuvo nada que ver, pero fue una piedra más en el camino.

En medio de esas turbulencias, fue descendido al equipo sub-20 y cedido posteriormente al Ferroviária, un modesto club de São Paulo. Allí se recicló y volvió a su mejor nivel. Volvió al Fluminense en marzo de este año, apadrinado por Diniz, y cumplió.

Sin ser titular, el atlético delantero, de 1,81 metros de altura, fue clave en la Copa Libertadores para el Fluminense, donde marcó cuatro goles y dio cuatro asistencias, en 10 partidos.

Diniz siempre confió en el joven goleador, al que calificó de un "gran vencedor" cada vez "más íntegro" y "más bonito". Por las dudas, el mes pasado renovó con el ?Flu' hasta 2026. Su valor de mercado es de 4 millones de euros, detalla Contexto.

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