Giro total

De galán de Cris Morena a carpintero. El hombre cambió su vida por completo

"Te replanteás todo", expreso en una entrevista

QPJ Zapping

Fue galán de Jugate Conmigo, se enamoró de una "chancle" y hoy deslumbra con sus obras de carpintería. Octavio Borro se casó con la actriz Julieta Fazzari y se dedica a la fabricación de todo tipo de muebles de madera o melamina.

Octavio Borro fue uno de los "chicos lindos" que Cris Morena eligió para Jugate conmigo. Después de ese enorme éxito, aunque trabajó en otras series de la tele como ¡Grande Pa! -donde conoció a Julieta Fazzari, hoy su esposa y madre de sus dos hijas-, cambió su rumbo para seguir su sueño de fabricar muebles de madera.

Octavio era tarjetero de un boliche cuando llegó a la televisión a los 19 años gracias a la casualidad y la buena suerte, porque en verdad se había anotado en una agencia para hacer publicidades. Sin embargo, su primer casting fue para Jugate conmigo y, a pesar de su timidez, resultó elegido.

Así, el galán pelilargo protagonizó las dos primeras temporadas del programa de entretenimientos junto a Romina Yan, Coraje Ábalos -que todavía es un gran amigo suyo-, Luciano Castro, Hernán Caire y Moira Gough, entre otros.

Después de ese enorme éxito, también participó en Costumbres argentinas, Paraíso Rock, De corazón, Chiquititas, Rebelde Way y en la cuarta temporada de ¡Grande Pa!, entre otras comedias y series.

Octavio Borro y un amor de novela

En ¡Grande Pa!, Octavio conoció a una de las "chancles", Julieta Fazzari. En esa época fueron solo buenos amigos, porque la diferencia de edad entre ellos se notaba mucho. Sin embargo, unos años después se reencontraron sobre las tablas, haciendo la obra El mago de Oz. Y en las giras por el interior del país se enamoraron, hace ya más de dos décadas.

Después de vender artesanías en las playas de Panamá, la pareja se casó y se instaló con sus dos hijas, llamadas Nina y Mila, en una casa de Quilmes. Y aunque a los dos les iba muy bien en el mundo del espectáculo, se pusieron de acuerdo en elegir una vida diferente y más sólida en lo económico para su familia.

"Estamos enamorados y muy felices de la familia que tenemos. Tengo una vida normal, llevo a mis hijas a la escuela y las voy a buscar, porque soy el que más está en casa. Y muchas veces cocino yo, aunque con Julieta nos repartimos todas las tareas de la casa", contó Octavio en La Nación.

De la tele a la carpintería, ida y vuelta

Con el paso del tiempo, el galán -de 52 años- se dio cuenta de que la televisión no era lo suyo. "La decisión de dejar de actuar se fue dando de a poco. La incertidumbre que te produce no saber cuándo vas a trabajar es terrible. Después me enganché con la carpintería y me di cuenta de que es lo mío, porque soy mucho más feliz haciendo muebles que trabajando como actor", explicó en la misma entrevista.

"Es un trabajo que depende de mí, sin esperar que nadie me llame. No pasó solamente por la plata, sino también por la incertidumbre de no hacer nada. Estás un año parado y te replanteás todo", agregó quien instaló su carpintería en su casa de Quilmes -en el sur del Conurbano bonaerense-, donde se dedica a la fabricación de muebles de diseño o a medida, en madera o melamina.

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