Tras el escándalo de usurpación, Abel Pintos mostró su mansión soñada
El cantante pasó por una fulera con una familia que vivía en unas tierras que él había adquirido, ahora a fin de año, pasó de página y se muestra así.
Así es la casa de Abel Pintos y su familia en Chaco: lejos de la ciudad y rodeada de verde. El artista y Mora Calabrese transitan su vida familiar en un espacio que combina armonía y privacidad.
Abel Pintos y Mora Calabrese construyeron una vida familiar que combina armonía, privacidad y un entorno natural único. Juntos formaron una familia ensamblada que integran los hijos de ambos: Mora, fruto de una relación anterior de ella, y los pequeños Agustín y Rosario, quienes completaron el círculo íntimo del cantante.
Aunque Abel suele compartir momentos con ellos en sus redes sociales, mantiene un estilo de vida reservado y pocas veces deja ver en detalle cómo es su hogar en Chaco.
Uno de los espacios que más mostró recientemente fue su cocina, escenario del posteo donde se lo ve sentado en el piso comiendo pancakes. El ambiente presenta una estética funcional con una paleta en tonos neutros: grises y blancos predominan en muebles de líneas simples, tiradores rectos y una mesada de granito claro.
Una ventana amplia ilumina el espacio y refuerza la sensación de amplitud y orden, elementos propios del estilo minimalista que domina la casa.
Así es la casa de Abel Pintos y su familia en Chaco: lejos de la ciudad y rodeada de verde.
El living sigue la misma línea estética, aunque con un toque más moderno. Pintos lo mostró como su lugar favorito para leer o tomar café. En la foto se distinguen paredes blancas, un mueble laqueado al tono y una mesa ratona de mármol con vetas suaves y bordes metálicos.
Otro espacio que Abel dejó ver es la galería techada, un rincón con impronta rústica y bohemia. Las paredes de madera, los sillones de fibras naturales y la abundancia de plantas crean un ambiente pensado para desconectar, leer y disfrutar del paisaje. La naturaleza que rodea la propiedad funciona como un refugio perfecto y refuerza la idea de una vida lejos de la exposición pública.
También mostró la entrada de la casa, donde se ve la fachada blanca y puertas de hierro con vidrio repartido, acompañadas por cortinas roller que suavizan el paso de la luz. Una lámpara de hierro forjado y una maceta colgante con helecho completan el acceso, que mantiene la misma coherencia estética del interior, detalla Ciudad Magazine.


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