Por qué hay que poner un vaso con sal y monedas detrás de la puerta principal de la casa
Las propiedades espirituales de la sal se potencian con las monedas en este ritual sencillo y efectivo.
La sal es uno de los elementos más utilizados en rituales espirituales, porque se le atribuye muchos beneficios. Y uno de ellos es colocar un vaso con sal y tres monedas detrás de la puerta.
Desde tiempos inmemoriales, se valora la sal al punto que ha llegado a ser moneda de pago. Actualmente, se la usa no sólo para sazonar, sino como medio para lograr ciertos objetivos.
Para qué se usa la sal en los rituales espirituales
Purificación energética: limpia ambientes, objetos y personas de energías negativas.
Protección espiritual: se usa como barrera contra envidias, malas vibras y entidades no deseadas.
Absorción de energías densas: captura la energía negativa acumulada en un espacio.
Desbloqueo de caminos: ayuda a liberar obstáculos en lo económico, emocional o espiritual.
Potenciadora de rituales: se combina con otros elementos (agua, vinagre, hierbas) para reforzar su efecto.
Colocar un vaso con sal y monedas detrás de la puerta principal es un ritual popular, muy utilizado en prácticas como el feng shui, el espiritualismo popular o incluso en la limpieza energética latinoamericana. Su finalidad principal es atraer prosperidad y protección al hogar.
Además de llamar al dinero y asegurar fluidez económica, protege al hogar de energías negativas. La sal forma una barrera purificadora, que absorbe y neutraliza las malas vibras o envidias que puedan entrar por la puerta.
Para el feng shui, que le da mucho valor a cada lugar específico de la casa, la puerta principal es la "boca del chi", es decir, por donde entra la energía vital. Este vaso actúa como un filtro que retiene lo negativo y permite el paso de lo positivo.
Cómo hacer el ritual de la sal y las monedas
Llenar un vaso de vidrio transparente con sal hasta un poco más de la mitad. Se le pueden colocar tres ajos antes, para mayor protección.
Introducir las monedas sobre la sal, de modo que queden visibles.
Colocar el vaso detrás de la puerta principal, en el suelo o en un rincón discreto, pero que no impida abrir la puerta.
Retirar y cambiar el vaso cada mes.
En caso de que la sal se humedezca o cambie de color, significa que ha absorbido energías negativas. En ese caso, se desecha todo (lejos del hogar, sin tocar la sal directamente) y se arma uno nuevo.
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