La famosa que confesó estar en quiebra y ahora tiene que salir a hacer delivery
Aseguró que atraviesa uno de sus peores momentos económicos y decidió volver a la calle para generar ingresos. Contó que las deudas la desbordaron y que no encuentra otra alternativa para sostenerse.
Después de pasar por Gran Hermano, varios participantes aprovechan el envión para meterse en los medios o vivir de las redes. Pero no todos ligan la misma suerte. A Katia "La Tana" Fenocchio la plata no le alcanza y decidió volver al único ingreso seguro que tenía antes de entrar a la casa: repartir pedidos.
En el streaming Se picó, la mediática soltó sin vueltas: "Está duro, está difícil. Recomplicado, mal".
"Estoy desocupada, no están saliendo laburos"
La Tana contó que volvió a subirse a la moto porque no consiguió otras oportunidades tras el reality. "Estoy desocupada, no están saliendo laburos", lamentó.
Intentó vender ropa, lanzó su propio canal de streaming e incluso metió una inversión fuerte, pero nada funcionó. Ahora, la presión de las deudas la tiene a maltraer.
"Ahora hay que pagar las tarjetas, que están al rojo vivo. Porque esa es una inversión y no es algo que te va a dar plata al toque", explicó preocupada.
La situación es tan complicada que admitió: "Si no fuese por mi novio, no sé qué haría. Él me está pagando el alquiler".
Debe 80 mil pesos a la app
Volver al delivery tampoco fue sencillo. La Tana reconoció que hasta le quedó una deuda con la plataforma:
"Me fue remal. Ahora le debo 80 lucas a la aplicación".
Contó que en su primer día, un amigo la acompañó porque le daba vergüenza volver a trabajar siendo conocida. En una entrega, el pedido de sushi terminó en el piso y la clienta se negó a recibirlo. "Yo no me iba a poner a discutir porque iba a terminar perdiendo yo, que quedo expuesta", relató.
Intentó devolver el pedido, pero el local se lo cobró igual: "Fui al local a devolverlo pero me lo cobraron igual porque no lo podían vender".
Y la mala racha siguió: "Encima no como sushi porque no me gusta", agregó entre risas nerviosas.
Con otro pedido también perdió plata: "Debo 80 mil pesos a la aplicación. Porquetenía dos pedidos pero si no entregás el primero, no te habilita el segundo... quedé debiéndole a la aplicación. Salí a gastar tiempo, plata y me reangustié", cerró.


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