Ex Gran Hermano empezó a trabajar como delivery para pagar las deudas
Contó que no consigue ingresos estables, que abandonó plataformas donde intentaba generar contenido y que incluso debe dinero a una aplicación por un incidente durante una entrega.
La ex participante de Gran Hermano, Katia "La Tana" Fenocchio, expuso públicamente el complejo momento económico que vive tras su paso por el reality. Invitada al programa de streaming Se Picó (República Z), conducido por Gastón Trezeguet, detalló que la falta de trabajo la obligó a volver a hacer repartos en moto.
"Fue un noviembre muy difícil", comenzó. Fenocchio explicó que decidió dejar OnlyFans porque "es muy difícil sostenerlo sin contactos que atraigan gente" y que, pese al alcance que le dio el reality, no logra convertir esa exposición en ingresos concretos. "De trabajo está todo mal, no tengo nada. No me sale nada y salgo a deliverear de nuevo. Estoy desocupada y no me están saliendo laburos", afirmó.
La ex GH también contó que realizó inversiones para trabajar en streaming, pero que los resultados aún no llegan. "Invertí en stream y ahora tengo que pagar las tarjetas que están al rojo vivo. Necesitás muchos seguidores para que empiece a monetizar", explicó. Además, mencionó que intentó un showroom y ventas online, pero la situación también es complicada.
En medio de este contexto, Fenocchio reconoció que su pareja es quien la está ayudando a sostener los gastos básicos. "Si no fuese por mi novio, no sé... me está pagando el alquiler. Está complicado posta", señaló.
Volver a ser delivery y un incidente que la dejó endeudada
La Tana relató que, ante la falta de ingresos, decidió volver a trabajar como delivery. Sin embargo, durante una entrega vivió un momento incómodo que terminó generándole una deuda con la aplicación.
"Ayer agarré la moto y me fui a laburar. Me acompañó un amigo porque desde que soy conocida no había vuelto y me daba cosa ir sola", contó. En medio del reparto, un pedido de sushi cayó al piso. La clienta presenció la escena, pero se negó a recibir la comida. "No me iba a poner a discutir, porque terminaba perdiendo yo", dijo.
Al llevar el pedido al local, le informaron que igualmente se lo cobrarían. A eso se sumó otro inconveniente: al no completar la ruta del primer pedido, la aplicación no le permitió entregar un segundo encargo, dejando ambos a su cargo. "Debo 80 mil pesos a la aplicación. Me quedé con dos hamburguesas y quedé debiéndoles. Salí a gastar tiempo, plata y me re angustié", concluyó.
La joven continúa buscando alternativas laborales, mientras intenta sostener sus gastos y superar el mal momento económico que atraviesa.


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