El terrible relato de la empleada que denunció al marido de Maru Botana
Hubo acuerdo judicial y un pago millonario, pero el testimonio de la exempleada generó un fuerte impacto
El caso estalló en las últimas horas y dejó al descubierto una historia mucho más profunda y oscura de lo que se creía. La denuncia contra Bernardo Solá, esposo de Maru Botana, no habría sido un hecho aislado ni repentino, sino un conflicto que se fue gestando durante meses hasta que finalmente salió a la luz.
Según se reveló al aire, todo comenzó cuando una mujer se contactó con un programa de televisión para contar que se sentía hostigada de manera constante por el marido de la reconocida pastelera. En ese momento, la denunciante estaba dispuesta a hablar públicamente, pero el tema se frenó de golpe: hubo un arreglo judicial y el caso quedó en silencio antes de explotar mediáticamente.
De empleada a denunciante
Con el paso del tiempo, la situación tomó una dimensión mucho más grave. La mujer trabajaba en el emprendimiento gastronómico de Maru Botana, ubicado en la calle Echeverría, y decidió llevar el caso a la Justicia.
En la demanda no solo reclamó deudas salariales, sino que apuntó directamente contra Solá por acoso y hostigamiento laboral, describiendo un clima de trabajo que calificó como asfixiante.
El contenido de la denuncia
El momento más duro llegó con la lectura de fragmentos del escrito judicial. Allí se detalla una conducta reiterada que habría afectado no solo a la denunciante, sino también a otras trabajadoras del lugar.
Según consta en la presentación, Solá observaba de manera insistente partes específicas del cuerpo de las empleadas, generando incomodidad, miedo y vergüenza.
El relato va todavía más allá y expone el impacto emocional de esa situación. La exempleada aseguró que dejó de maquillarse y comenzó a presentarse "más desprolija" en su trabajo, con el único objetivo de evitar miradas que sentía invasivas. Un detalle que refuerza la idea de un hostigamiento sostenido y no de un hecho aislado.
El acuerdo y la cifra que sacudió todo
Desde el punto de vista legal, el conflicto avanzó hasta un acuerdo económico. Las partes cerraron un acuerdo transaccional, solicitaron la homologación judicial y se concretó un pago que incluyó un embargo previo, luego levantado.
El dato que terminó de sacudir el caso fue el monto: la denunciante reajustó su reclamo, con intereses incluidos, hasta llegar a 50 millones de pesos. Los demandados aceptaron pagar esa suma, aunque dejaron en claro que lo hacían sin reconocer los hechos, únicamente "al solo efecto conciliatorio".
Un cierre judicial que deja preguntas
Si bien el expediente tuvo un cierre formal, el peso del testimonio sigue generando impacto. Más allá del acuerdo millonario, la denuncia dejó expuesta una historia de silencios, incomodidad y miedo que ahora sacude de lleno al entorno de una de las figuras más populares de la cocina argentina.



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