Mucho cuidado

Enemigos con los que convivimos todos los días: estos cubiertos deberían estar prohibidos

¿Qué peligrosos tóxicos se esconden en estos utensilios de cocina? Conocé cuáles se recomiendan y cuáles mejor descartar

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¿Qué peligrosos tóxicos se esconden en los utensilios de cocina? Algunos de los materiales con los que se fabrican estos elementos pueden provocar inconvenientes en el organismo.

Los recipientes como ollas y sartenes están elaborados por uno o varios metales que pueden ser riesgosos para la salud de la familia. La oferta de utensilios para cocinar es cada vez mayor. Polipropileno, cerámica, vidrio y policarbonato son algunos de los materiales que los componen, sin embargo, no todos son saludables para ser utilizados en la preparación de los alimentos.

Los recipientes como ollas y sartenes están elaborados por uno o varios metales que pueden ser riesgosos para la salud de la familia. Estos pueden causar intoxicaciones en el organismo debido a que el ser humano no tiene herramientas naturales para eliminarlos. Su acumulación resulta en una toxicidad lenta e inevitable que puede desembocar en distintas enfermedades, según informó Crónica.

No permitidos

El plástico es utilizado para fabricar una larga lista de objetos, desde ropa hasta todo tipo de envases y recipientes, pero algunas variedades pueden liberar sustancias nocivas para el organismo cuando son sometidas a cambios de temperatura. En especial si se usa para contener alimento caliente o en el microondas.

Los más peligrosos son el PVC, el policarbonato y el PS. Sólo existe una clase de plástico aprobado por la Salud' - Organización Mundial de la Salud para estar en contacto con alimentos: el polipropileno.

Los utensilios de aluminio, si bien son muy económicos, deben estar recubiertos para prevenir la filtración del material. Sin embargo, con el paso del tiempo o alguna caída, pueden astillarse y desgastarse. En ese caso, y una vez sometido al calor, el metal se transmite directamente al alimento y contribuye a una posible toxicidad por aluminio. Solo una clase de plástico fue aprobado por la Salud'. Organización Mundial de la Salud  para estar en contacto con alimentos: el polipropileno.

El cobre es un gran conductor del calor pero puede filtrarse a la comida sin el adecuado recubrimiento. El exceso de este metal en el cuerpo puede debilitar el sistema inmune y suprimir los niveles de zinc.

El acero inoxidable está compuesto por distintos metales como el hierro, cromo y níquel, dependiendo de la calidad del producto. Es conocido por su resistencia y durabilidad pero algunos de sus componentes pueden ser dañinos para la salud, especialmente el níquel, uno de los materiales más tóxicos de la tabla periódica.

Permitidos

Los objetos de cocina fabricados en vidrio son de los más seguros. No transmiten olor, sabor y no reaccionan al incluir alimentos. En el mercado existen muchas opciones, algunos son de gran calidad, resistentes a altas temperaturas y muy duraderos. El beneficio extra es que son muy prácticos y fáciles de limpiar.

Uno de los materiales más antiguos y tradicionales de la cocina es el barro o la arcilla. Las ollas, cazuelas y recipientes de este tipo son ideales para cocciones largas a baja temperatura, como los guisos, estofados y sopas. Pero hay que asegurarse que hayan sido elaborados para la exposición al calor y que no estén barnizados.

El uso de la silicona se ha hecho popular en los últimos años, convirtiéndose así en el material perfecto para moldes de horno y variados utensilios. Soporta altas y bajas temperaturas, pero se debe ser cautos con el tipo de silicona que se utiliza, ya que algunas no son de la calidad esperada y pueden reaccionar o deformarse con los cambios de temperatura.

Prevención
1) Leer la etiqueta del producto para verificar el material con el que está fabricado.

2) Atención a las rajaduras en cerámica y vidrio. A pesar de estar entre los materiales más sanos, también son propensos a sufrir quebraduras que pueden desprender partículas hacia los alimentos.

3) Lavar y desinfectar los recipientes y utensilios después del uso. Hacerlo de forma suave para evitar desprender sustancias o revestimientos.

4) Realizar desinfecciones más profundas de los elementos al menos una vez al mes. Faginar la vajilla.

5) Repasar los utensilios que están en la alacena antes de usarlos. Aunque parezcan limpios pueden acumular polvo si se los deja guardados durante mucho tiempo.

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