Tremendo

Una vecina provincia está en emergencia hídrica: temen quedarse sin agua

Catamarca atraviesa una crisis hídrica sin precedentes: sin lluvias en las cuencas, los diques están en niveles críticos y el uso indebido de agua potable agrava la situación.

Catamarca atraviesa uno de sus momentos más delicados en cuanto al suministro de agua. La falta de lluvias en las zonas altas, sumada al crecimiento del consumo urbano y al uso de agua potable para riego, puso bajo fuerte tensión a los sistemas que abastecen a la provincia.

Tanto Aguas de Catamarca como la Dirección Provincial de Riego advirtieron que el recurso está al límite y que, si las precipitaciones no llegan a las cuencas, el panorama podría empeorar en poco tiempo.

Jorge Spolidor, gerente del interior de la empresa sanitaria, explicó que la producción actual alcanza para cubrir lo esencial, pero que la demanda se dispara cuando sube la temperatura o el viento y cuando los vecinos riegan jardines y cultivos con agua potable. Esto provoca caídas de presión y cortes temporales en distintos barrios.
"Pedimos a la población usar el agua con moderación. Hay mucho riego con agua potable y eso nos reduce la capacidad de abastecer los hogares", señaló.

El interior provincial tampoco escapa a la crisis: vertientes y ríos que normalmente sostienen a las localidades hoy muestran caudales mínimos. Chumbicha, Miraflores, Belén y Londres están entre las zonas más complicadas. En varios de esos lugares se trabaja para sumar agua superficial, recuperar plantas de tratamiento y reforzar perforaciones que bajaron de nivel de manera abrupta.

Desde el área de Riego, su director Javier Castro advirtió que el sector productivo también está en situación crítica. Los diques muestran niveles muy bajos y algunos sistemas operan al límite. El caso más dramático es Las Pirquitas, que se mantiene 21 metros por debajo del vertedero y sin aportes, ya que las últimas lluvias no alcanzaron la cuenca del Ambato.

"La situación es crítica. Se necesitan lluvias en los cordones montañosos, no en la ciudad", remarcó.

Castro confirmó además que muchos productores del Valle Central están utilizando agua potable para riego, un comportamiento que definió como "insostenible". Contó que se están enviando notificaciones y realizando campañas para desalentar esa práctica, y que se avanza en arreglos de canales matrices, recambio de compuertas y mejoras en la conducción para reducir pérdidas. También señaló que persisten malos hábitos, como arrojar basura en los canales o el mal mantenimiento interno de los campos, lo que provoca un derroche considerable.

Spolidor coincidió en que el uso irresponsable agrava la crisis y adelantó que ya se colocan medidores en sectores donde el consumo es excesivo. "Hay vecinos que riegan el asfalto, otros que vacían piletas grandes todos los días. El recurso es limitado. Lo que uno desperdicia, otro lo necesita", dijo. También mencionó que muchas pérdidas internas -flotantes dañados o fugas subterráneas- consumen miles de litros sin que los usuarios lo noten.

A pesar del escenario complicado, ambas áreas aseguran que las cuadrillas trabajan de manera continua. Actualmente hay tareas en Nueva Coneta, San Antonio de La Paz, Belén, Alijilán y otros puntos con pozos en situación crítica. Spolidor incluso denunció que en Belén una cañería de 160 mm fue destruida a pedradas.

Desde el Ministerio de Agua, Energía y Medio Ambiente adelantaron que reforzarán las campañas de concientización para hogares y productores, con el fin de desalentar el uso indebido y remarcar que la disponibilidad hídrica depende del aporte de todos. Recordaron además que los diques solo se recuperan con lluvias de montaña, no con lloviznas en la ciudad.

Mientras Catamarca espera precipitaciones que alivien la crisis, el mensaje oficial es contundente: cuidar cada litro.

"No podemos sacar agua de donde no hay. Si no llueve en las cuencas, el recurso no alcanza. Hace falta responsabilidad y solidaridad", cerró Castro. 

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