Sube el bondi en Jujuy y el reclamo de este influencer se hizo viral

Mientras en las redes se multiplican las críticas desde el interior por la fuerte desigualdad en los costos del transporte respecto al Área Metropolitana de Buenos Aires, en Jujuy la preocupación volvió a instalarse con fuerza: desde este miércoles 19 de noviembre, el precio del boleto urbano en San Salvador de Jujuy superará los 1100 pesos, un valor que contrasta de manera directa con las tarifas considerablemente más bajas que siguen vigentes en Capital Federal y el conurbano.

"Santos Vargas", conocido en las redes por su ironía y mordacidad, estalló de bronca publicando este mensaje en su Instagram.

El contexto nacional volvió a quedar expuesto a partir de un contenido viral que circuló en redes, donde usuarios del interior ironizan sobre el esfuerzo económico que hacen para sostener servicios que en Buenos Aires cuestan menos de la mitad. Y aunque el posteo se presenta como humor, detrás refleja un malestar real: la sensación de inequidad que perciben en provincias donde los aumentos son constantes y mucho más pronunciados que en el AMBA.

En este escenario, la Secretaría de Servicios Públicos de la Municipalidad de San Salvador de Jujuy confirmó que las tarifas del transporte urbano sufrirán un nuevo incremento desde las 8.30 del miércoles. El boleto mínimo dentro de la capital tendrá un valor de 1167.99 pesos, mientras que los viajes hacia localidades cercanas como Reyes o Guerrero mantendrán precios similares. En destinos más alejados, como Yala, Los Nogales o León, los montos superarán los 1500 y hasta los 1800 pesos.

Para usuarios jujeños que dependen del transporte público a diario, estos valores representan un impacto significativo en el presupuesto mensual. Muchos comparan su realidad con la de un pasajero porteño que puede combinar dos líneas de subte por un costo muy inferior, alimentando la percepción de un país con reglas y esfuerzos desiguales. Este contraste, que ya se volvió parte de la conversación cotidiana, no solo genera frustración sino que reabre el debate sobre la distribución de subsidios y la necesidad de una política federal más equilibrada.

Mientras tanto, en Jujuy el aumento ya es un hecho y los usuarios tendrán que adaptarse nuevamente a tarifas que suben con más velocidad que los ingresos. Lo que en redes aparece como humor termina funcionando como un termómetro social de algo que se escucha cada vez más: que viajar en el interior sigue siendo mucho más caro, y que la brecha con Buenos Aires parece lejos de achicarse.