Q.E.P.D.

Joven prodigio norteño, murió por dengue pero el diagnóstico fue confuso

"Hijo de madre soltera en situación de calle". Origen en la pobreza extrema, una historia inspiradora y un final triste difícil de entender

QPJ SOCIEDAD

La historia del tucumano que vivió en la calle, se recibió de abogado y murió tras confusos diagnósticos de dengue. Quién fue Leandro Rossi, el chico de 22 años con una historia de película, pero 100% real.

Leandro Rossi murió el pasado 1 de febrero. Tenía 22 años. Sus metas y proyectos quedaron truncos por motivos que aún siguen sin esclarecerse. Su historia de vida conmovió a toda una provincia y se convirtió en un símbolo de lucha para un grupo de estudiantes de universidades públicas tanto en Tucumán como en otras partes del país.

Cuando era niño su padre lo abandonó, vivió en la calle junto a su madre y sus dos hermanas, pero la educación pública lo salvó hasta llegar a la facultad, donde se recibió con honores. Su desempeño lo hizo destacarse hasta ganar una beca FURP que le permitió viajar a Buenos Aires para estudiar y participar de conferencias nacionales e internacionales.

Estudió un trimestre en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires y participó del Mundial de Oratoria 2023 en Madrid, donde fue subcampeón. Además, era director de Diversidad en Tafí Viejo, hasta que murió.

Después de la marcha universitaria de este martes 23 de abril, Lucía, una de sus amigas, compartió en sus redes sociales una conmovedora publicación de Leandro festejando la finalización de sus estudios que rápidamente ganó repercusión.

"Lo repito, y lo voy a repetir siempre, esto no tendría que haber pasado. En un mundo normal, el hijo de una madre soltera en situación de calle jamás habría llegado a ser profesional. Pero por suerte nací en Argentina", fue el mensaje que había escrito el joven en sus redes sociales.

"Él siempre entendió que la educación era su motor para crecer en lo personal y retribuirle a su madre todo el esfuerzo que hizo criándolo", dijo Lucia. "Quería hacer del país un lugar más justo para todos y todos sus amigos estábamos emocionados con la idea de un futuro en sus manos", agregó.

También explicó que tenía un incesante deseo de seguir formándose y cumplir con diversos proyectos para ayudar a los más necesitados. "Desde chico buscaba participar de todo lo que le permitiera aprender", contó la amiga de Leandro.

El joven oriundo de Tucumán tenía varios sueños por cumplir. "Quería entrar al Instituto de Servicio Exterior de la Nación para ser embajador afuera y los modelos de la ONU le despertaron interés por las relaciones internacionales y la diplomacia", señaló Lucía. Además, contó que al ser designado como Director de Diversidad de Tafí Viejo, se inclinó hacia la función pública y proyectaba por el lado de las políticas públicas. "Se había inscripto en la especialización en políticas públicas de la Universidad Di Tella", aseguró.

Según explicó su mamá, su deseo de ayudar a los más necesitados partió de su propia experiencia. Cuando tenía 3 años, su padre abandonó a su madre embarazada de mellizas y tuvieron que vivir un tiempo en la calle hasta encontrar una casa.


"Vivíamos en un departamento que mis exsuegros le prestaban al papá de Lean. Cuando decidió irse, nos tuvimos que ir. Yo trabajaba en una peluquería como maquilladora y mi sueldo eran las propinas. Un día le conté a una clienta que no tenía donde vivir y gracias a ella pude tener mi casa en Tafí Viejo. No tenía cielo raso, bidet, piso, ni puertas pero teníamos para vivir", detalló Romina, la mamá de Leandro.

La última semana de enero, a casi un mes de haberse recibido como abogado en la Universidad Nacional de Tucumán, Leandro empezó a sentir dolores de cabeza y fiebre.

"Llamamos a emergencia porque el jueves 25 y viernes 26 tenía fiebre. Nos dijeron que podía ser dengue o COVID-19 pero nos advirtieron que no lo llevemos a la clínica porque había muchos casos. El domingo volví a llamar a emergencias porque su cuadro había empeorado y me dijeron lo mismo. El lunes 29 a la hora de la siesta estaba con fiebre alta y decidí llevarlo a la clínica en contra de su voluntad porque estaba asustada", explicó Romina.

"Le hicieron el test de dengue y le dio positivo, le hicieron recuento de plaquetas y estaban bajas. Fuimos caminando a casa porque no había lugar en la clínica y al rato conseguí en otro hospital, donde un nuevo test vuelve a darle dengue positivo. Me dijeron que iban a ponerlo en terapia no por dengue sino para que tenga mayor cuidado. Lo internamos en terapia humanizada, donde podíamos estar con él todo el tiempo", agregó según detalla Contexto.

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