Fin del plan Procrear: qué pasa con los créditos ya otorgados y con las viviendas inconclusas
El Gobierno disolvió el Fondo Pro.Cre.Ar creado en 2012 y delegó en el Banco Hipotecario la administración de los préstamos. Las viviendas sin terminar quedarán bajo control de provincias, municipios o privados.
El Gobierno nacional dispuso la disolución definitiva del Fondo Fiduciario Público Pro.Cre.Ar, que desde 2012 facilitó el acceso a la vivienda para miles de familias argentinas. La medida, oficializada mediante la Resolución 764/2025 y el Decreto 1018/2024, genera dudas entre los titulares de créditos y quienes esperan la finalización de sus viviendas.
Los créditos ya otorgados mantendrán las condiciones originales: monto, tasa de interés y plazos no serán modificados. Según detalló el Ministerio de Economía, la gestión de los préstamos -cobro de cuotas, emisión de deuda y eventual renegociación- quedará a cargo del Banco Hipotecario, respetando los términos del fideicomiso original de 2012.
En cuanto a las viviendas inconclusas -cerca de 17.000 en distintas provincias- el Gobierno resolvió que la responsabilidad de finalizarlas pasará a las provincias, municipios o, en su defecto, al sector privado. Ya comenzaron traspasos de proyectos habitacionales en Catamarca, Chubut, Corrientes, Mendoza, Río Negro, Santa Fe y Buenos Aires, donde la administración de Axel Kicillof comprometió recursos para concluir las obras en el conurbano.
La liquidación del Procrear se enmarca en un cambio de rumbo en la política habitacional: la construcción y financiación de viviendas quedarán en manos de bancos privados, empresas constructoras y gobiernos locales, reduciendo la participación directa del Estado nacional.
El Ministerio de Economía, a través de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), definirá qué hacer con los terrenos o propiedades sin contratos vigentes. En tanto, la Secretaría Legal de esa cartera se encargará de atender los reclamos judiciales derivados del programa. Para muchos adjudicatarios, este giro plantea incertidumbre sobre el futuro de sus viviendas o la continuidad de las obras prometidas. / Infobae
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