Es para todos: cómo jubilarse en Argentina a los 50 años, esto dice ANSES
Aplica por igual para hombres y mujeres, qué requisitos hay que cumplir:
ATENCIÓN: hay una manera de jubilarse antes, "a los 50 años".
La Ley 27.675 introdujo un régimen previsional diferencial que permite a las personas que viven con VIH y/o Hepatitis B o C acceder a una jubilación anticipada, incluso sin cumplir los años de aportes del sistema general. Se trata de un derecho incorporado al marco legal argentino para atender la realidad de quienes, por su diagnóstico y las consecuencias que este implica en su vida laboral, no pueden sostener una actividad activa hasta la edad habitual de retiro. Este beneficio contempla un haber vitalicio financiado por el Fondo de Garantía de Sustentabilidad, con la misma movilidad que perciben los jubilados regulares.
Este régimen especial permite iniciar el trámite desde los 50 años tanto para hombres como para mujeres, reduciendo en hasta 15 años la edad de retiro en comparación con el sistema tradicional. También flexibiliza los aportes, ya que exige un mínimo de 20 años de servicios y, dentro de ellos, al menos 10 años de contribuciones posteriores al diagnóstico. El beneficio es incompatible con el trabajo en relación de dependencia o autónomo, porque funciona como una jubilación anticipada destinada exclusivamente a quienes no pueden continuar en la actividad laboral debido a su condición de salud.
Para tramitar esta jubilación especial, es obligatorio presentar un certificado médico oficial que acredite el diagnóstico de VIH y/o Hepatitis B o C, además de estudios que confirmen una incapacidad laboral igual o superior al 33 por ciento. También se exige acreditar residencia continua en la Argentina durante los últimos diez años y demostrar que no se perciben otras prestaciones previsionales, con excepción de una pensión por fallecimiento. Con toda la documentación reunida, el solicitante debe revisar su historial laboral en Mi ANSES, solicitar un turno presencial y someterse a la evaluación de una comisión médica que determinará su situación final.
En los casos en que la persona no alcance la edad mínima o no logre reunir los años de aporte requeridos, la ley prevé una alternativa para evitar la desprotección social: una Pensión No Contributiva vitalicia. Esta prestación puede tramitarse desde los 18 años, requiere acreditar el diagnóstico y aprobar una evaluación socioeconómica, y es compatible con la actividad laboral. De esta manera, el Estado garantiza una red de protección previsional para un sector que históricamente enfrentó mayores dificultades de inserción y continuidad en el empleo, consolidando un marco de derechos más inclusivo y acorde a sus necesidades.


Comentarios