El precio de los autos podría desplomarse en Argentina: están por quitar un impuesto

El Gobierno busca adelantar parte de su paquete tributario e incluirlo dentro del proyecto de reforma laboral que se tratará en las sesiones extraordinarias del Congreso. Entre los puntos clave aparece la eliminación del impuesto interno a los automotores, conocido como impuesto al lujo, uno de los tributos que más distorsiona el valor de los vehículos 0 km.

Las automotrices agrupadas en Adefa venían trabajando con el Ministerio de Economía en una hoja de ruta para reducir la carga fiscal del sector. La sorpresa fue que la quita de los internos ingresó como ítem dentro de la reforma laboral. Si se concreta, los precios de varios modelos podrían caer entre 20% y 25%, según estimó un empresario del sector. Esta expectativa ya generó que muchas operaciones se frenen hasta enero.

Actualmente, el impuesto interno se aplica a los autos que superan los $103 millones. Aunque la primera escala está suspendida, la segunda mantiene una alícuota reducida del 18%, que en la práctica eleva los precios cerca del 22% real al incluir el cálculo sobre otro impuesto.

Este esquema provocó un vacío en la oferta: modelos que están cerca del límite topean sus precios para no entrar en la escala, mientras que los que superan los $110 millones saltan automáticamente a valores que rondan los $134 millones. El resultado es una lista de precios artificial, con segmentos enteros sin modelos disponibles.

Además, el impuesto no afecta a pick-ups, furgones ni vans, por lo que el impacto se concentra en sedanes, hatchbacks y SUV. Entre el dólar fluctuando entre $1.200 y $1.500 y el mínimo anterior de $85 millones, este año también apareció una brecha de valores equivalente a autos de USD 70.000 a más de USD 85.000, sin opciones en el medio.

La eliminación de los internos beneficiaría especialmente a los importadores que hoy pagan, además, el arancel del 35% por extrazona. En Argentina no hay autos nacionales (excepto pick-ups) que superen los $103 millones, por lo que el impuesto recae casi exclusivamente en modelos importados.

Ernesto Cavicchioli, CEO de Hyundai Argentina y presidente de Cidoa, explicó que sin este impuesto "desaparecen los saltos de precios" y vuelve a existir una grilla natural de modelos. Las marcas podrían traer vehículos que hoy no ingresan porque su valor final se vuelve impagable.

Una baja en el precio de los autos también reduce de manera directa el costo del seguro, la patente y los gastos de inscripción, lo que ampliaría el acceso al mercado justo en un año donde las ventas fueron golpeadas por la inestabilidad económica.