El ADN confirmó lo impensable: eran amigas hace 20 años y ahora son hermanas

Paula Blanchard, de 33 años, pasó toda su vida intentando encontrar a su papá. Creció en Canadá sabiendo que el hombre que la crio no era su padre biológico, lo que la dejó con una gran duda sobre su identidad. La búsqueda de ese hombre la llevó por un camino lleno de pistas falsas y desilusiones, sobre todo después de que su madre muriera sin darle la información precisa.

La búsqueda estuvo frenada más de diez años hasta que en 2019, Paula decidió probar con un servicio de pruebas de ADN que conecta a usuarios con parientes lejanos. Después de meses de investigar y seguir pistas, logró dar con Emily, una prima, quien la conectó con su madre, Tanya. Juntas empezaron a atar cabos sueltos, revisando la historia familiar hasta que la investigación apuntó a cuatro hermanos de apellido Barker.

Finalmente, la verdad encajó cuando el nombre Rick Barker apareció en la conversación. Era el hombre que supuestamente había sido echado "a los gritos" por su abuela durante el embarazo de su madre. La mala noticia fue que Rick, su padre biológico, ya había muerto, por lo que nunca podría hablar con él.

Pero la historia no terminó allí. Al revisar el obituario de Rick Barker, Paula se llevó el golpe de su vida: encontró el nombre de una hija. La hija se llamaba Heather Barker.

Paula sintió que el mundo se le venía encima. Heather Barker era su mejor amiga desde hacía veinte años. Eran inseparables, sus familias pasaban vacaciones y Navidades juntas, y sus hijos (ambos llamados Taylor) eran como primos.

De amistad a hermandad

El parecido físico siempre estuvo ahí, pero nadie lo notó: ambas compartían el mismo cabello rizado y la misma pasión por la música.

Cuando Paula le soltó la bomba a Heather, el shock fue total. Ambas lamentaron no haber descubierto el vínculo antes de que su padre muriera. Sin embargo, Heather está segura de que su papá se habría puesto feliz al saber que tenía otra hija.

Hoy, la amistad se convirtió en hermandad. Las dos familias comparten absolutamente todo, y Paula, la hermana mayor, resumió la larga búsqueda con una frase que lo dice todo: "Saqué la lotería. No podría haber tenido un resultado mejor para nuestras vidas".