Caída del peso boliviano genera ola de compras: cuánto te dan por $1.000 argentinos

Durante la jornada de este jueves, el peso argentino mostró un leve repunte frente al peso boliviano, situación que generó una ola de compras de ciudadanos argentinos en la frontera con Bolivia, impulsados por un tipo de cambio más favorable y la proximidad de las fiestas de fin de año.

Según los valores que se manejan en el circuito informal, el precio de compra se ubicó en 0,0066 bolivianos por cada peso argentino, mientras que la venta alcanzó los 0,007. En términos prácticos, por $1.000 argentinos se obtienen entre 6,60 y 7 bolivianos, dependiendo de la operación.

Compras minoristas y mayoristas

El movimiento comenzó a sentirse con fuerza desde el miércoles, cuando la baja cambiaria alentó tanto a compradores minoristas, que buscan ahorrar en productos de consumo para las fiestas, como a mayoristas, que aprovecharon la coyuntura para adquirir mercadería destinada a la reventa.

Electrodomésticos, alimentos, bebidas, ropa y artículos de uso cotidiano fueron algunos de los productos más demandados, generando largas filas y una fuerte presión sobre los pasos fronterizos.

Incidentes y tensión en la frontera

La situación derivó en momentos de tensión, especialmente durante la jornada del miércoles, cuando se registraron incidentes entre bagayeros y personal de la Prefectura Naval. Testigos señalaron que la gran cantidad de personas intentando cruzar mercadería desbordó los controles habituales.

"La gente se volvió loca comprando", relataron comerciantes y vecinos de la zona, al describir el inusual movimiento generado por el tipo de cambio favorable.

Expectativa por las fiestas

Desde el sector comercial estiman que, si el valor del peso argentino se mantiene en estos niveles, el flujo de compradores podría intensificarse en los próximos días, especialmente de cara a Navidad y Año Nuevo. Sin embargo, esto generará una drástica caída en comerciantes de la frontera del lado salteño.

Mientras tanto, las autoridades refuerzan los controles para evitar el contrabando, en un contexto marcado por la alta demanda y la búsqueda de ahorro por parte de los consumidores argentinos.