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Arcor se queda con el 51% de La Serenísima: una compra millonaria

El grupo Arcor, junto a Bagley Argentina (controlada por Danone), oficializó la compra del 51,323% de Mastellone Hnos., matriz de La Serenísima. Aunque la operación marca un hito en la industria alimentaria, aún enfrenta una controversia por el valor de las acciones.

QPJ SOCIEDAD

El Grupo Arcor, en sociedad con Bagley Argentina, anunció este lunes que ejerció la opción de compra del 51,323% del capital social de Mastellone Hermanos S.A., consolidando así su control sobre la histórica empresa láctea argentina La Serenísima. La notificación fue remitida a la Comisión Nacional de Valores (CNV) y a los mercados, en cumplimiento del contrato firmado en diciembre de 2015, el cual permitía a los compradores adquirir la totalidad de las acciones antes de 2025.

Pese al avance, la operación no está exenta de conflictos. Los accionistas vendedores anunciaron que impugnarán el precio ofrecido por Arcor y Bagley, argumentando que no respeta los términos económicos pactados en el contrato original. Tienen ahora 30 días para formalizar el desacuerdo de forma escrita, lo que podría derivar en un proceso de arbitraje o incluso en una instancia judicial.

Con sede en Arroyito, Córdoba, Arcor es una de las principales compañías alimenticias de América Latina. Produce desde golosinas hasta alimentos básicos y tiene un modelo basado en la integración vertical. En los últimos años fue escalando posiciones dentro de Mastellone, acercándose al 49% del capital y sellando acuerdos de integración comercial con la láctea.

La operación busca diversificar el portafolio de productos y lograr mayor control sobre la cadena de valor, en un contexto donde el consumo de alimentos frescos sigue siendo un mercado clave.

Fundada en 1929 por Antonino Mastellone, La Serenísima es uno de los nombres más emblemáticos del consumo masivo argentino. Actualmente, procesa unos 1.400 millones de litros de leche por año, provenientes de aproximadamente 640 tambos. Posee tres complejos industriales, siendo el de General Rodríguez el más grande y moderno de Sudamérica en su tipo.

Esta operación no solo transforma la estructura del negocio lácteo nacional, sino que podría generar impactos a futuro en la competencia, los precios y la relación con los productores. 

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