Quiénes son los legisladores evangélicos de La Libertad Avanza en el Congreso

La presencia de dirigentes con formación o vínculo directo con comunidades evangélicas creció en el Congreso durante los últimos dos años. Hoy suman nueve legisladores, todos pertenecientes a La Libertad Avanza (LLA), aunque ninguno reconoce estar articulando un espacio religioso dentro del Parlamento ni impulsando proyectos coordinados. 

Según especialistas en política y religiones consultados por la Red Federal de Periodismo e Innovación, este fenómeno responde más a la renovación partidaria que trajo Milei que a un plan institucional de las iglesias.

El relevamiento, realizado por medios de distintas provincias, analizó los perfiles de cada uno de estos legisladores, sus trayectorias y su posición dentro del oficialismo. Sólo tres de ellos decidieron no contestar el cuestionario enviado: Andrea Vera, María Celeste Ponce y Mónica Becerra.

Aun con matices personales, del informe surgen tres rasgos en común: la mayoría desembarcó en la política a través de LLA, todos alinean sus votos con la agenda del Presidente y ninguno reconoce esfuerzos por construir un bloque "evangélico". Incluso, puertas adentro del espacio libertario algunos advierten que cualquier intento de articulación religiosa puede ser mal visto por Karina Milei, figura clave en el armado oficialista.

Quiénes son los legisladores y qué caminos recorrieron

Andrea Vera (Buenos Aires)
Con apenas 30 años, es una de las figuras jóvenes del oficialismo. Hija de un dirigente evangélico con trayectoria territorial en Moreno, desembarcó en la política primero como candidata local y luego como diputada. Se recibió de médica a finales de 2024. Sus publicaciones en redes suelen reflejar su identidad cristiana.

María Celeste Ponce (Córdoba)
De origen radical, irrumpió en LLA durante la pandemia y se convirtió en una de las voces libertarias más mediáticas de Córdoba. Aunque profesa la fe cristiana, evita asociar su trabajo legislativo a causas religiosas. Se bautizó en el río Jordán en 2025 y mantiene una fuerte cercanía con el bolsonarismo.

Maira Frías (Chubut)
Casi sin exposición pública, representa a un sector evangélico formado en programas de formación política. Abogada, exdirectora de ANSES en 2024, integra un espacio que busca capacitar a fieles para ocupar cargos estatales. Vive en Comodoro Rivadavia desde hace más de diez años.

Lourdes Arrieta (Mendoza)
Licenciada en Comunicación, militante libertaria desde 2020 y evangélica desde joven, logró una banca con LLA pero luego rompió con el bloque para formar uno propio. Su paso por organismos sociales y recientes controversias la ubicaron en el centro de varias discusiones internas.

Nadia Márquez (Neuquén)
Pastora bautista, abogada y referente de una familia con larga tradición en la dirigencia evangélica local. Saltó del Concejo Deliberante al Congreso y luego al Senado. Aunque mantiene diálogo con otros legisladores cristianos, rechaza la idea de armar un espacio religioso dentro del Parlamento.

Mónica Becerra (San Luis)
Contadora y dirigente con base en el trabajo comunitario, llegó a LLA tras una trayectoria dentro del gobierno provincial de Claudio Poggi. Se define como cristiana evangélica, aunque proviene de una familia católica. Su postulación generó tensiones dentro del armado libertario puntano.

Jorge Pauli (Tierra del Fuego)
Hijo de pastores y uno de los fundadores del Partido Libertario fueguino, reivindica la separación entre religión y política. Asegura que el crecimiento de evangélicos en el Congreso es un "efecto demográfico" más que una estrategia de iglesias. En 2025 fue cuestionado por presuntas retenciones salariales a empleados.

Miguel Rodríguez (Tierra del Fuego)
Expolicía y exoperario industrial, se acercó a la actividad pública a través de una congregación evangélica ligada a varios referentes libertarios. Sin carrera política previa, fue electo diputado en 2025. Defiende sin matices todas las medidas del Ejecutivo nacional.

Vilma Bedia (Jujuy)
Senadora desde 2023, con aspiraciones a la gobernación, defiende abiertamente su fe cristiana como guía personal. En 2024 quedó involucrada en un escándalo por la designación de familiares en el Senado. Asegura que su acercamiento al evangelismo comenzó en su juventud y que lo lleva a todos los ámbitos de su vida.

Un crecimiento sin estructura

A pesar de su presencia numérica, no existen reuniones periódicas ni una agenda legislativa compartida. Los especialistas consultados coinciden en que, por ahora, el rol de estos legisladores se centra en acompañar los proyectos del oficialismo. Desde distintos sectores del Congreso señalan que su irrupción refleja un cambio en el mapa político argentino: nuevas figuras, con origen social diverso, que llegan al Parlamento impulsadas por el fenómeno libertario y por la creciente visibilidad pública de las iglesias evangélicas.