Navidad sin pan ni techo: el fuerte llamado de los curas villeros desde Luján
Sacerdotes de barrios populares advirtieron sobre la grave situación social que atraviesan miles de familias a días de las Fiestas.
En la antesala de la Navidad, los curas villeros realizaron un duro reclamo social desde el Santuario de Nuestra Señora de Luján, donde expusieron la realidad crítica que viven los barrios populares de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano.
Durante una celebración religiosa, el equipo de sacerdotes alertó sobre las urgencias estructurales que atraviesan las familias más vulnerables, con déficits en vivienda digna, alimentación, salud y trabajo, una situación que -según señalaron- se agrava en el actual contexto económico.
En su mensaje, los religiosos recordaron palabras del papa Francisco, al remarcar que "la vivienda digna es tan importante como el pan, el agua, la salud y el trabajo", y advirtieron que estos derechos básicos hoy están lejos de garantizarse en muchas villas y asentamientos.
Uno de los puntos más firmes del pronunciamiento fue la crítica a discursos públicos que hablan de "erradicar" o incluso "dinamitar" las villas. Para los sacerdotes, este tipo de expresiones constituyen una instigación a la violencia absolutamente inadmisible y profundizan la estigmatización de quienes viven en los sectores más postergados.
Los curas villeros advirtieron además que en esta Navidad muchas familias no podrán acceder a una mesa digna, ni siquiera a alimentos básicos como pan dulce o juguetes para los niños. También denunciaron la falta de agua potable, la ausencia de obras pluviales, y la precariedad de los servicios esenciales.
En materia de salud pública, señalaron que numerosos centros sanitarios funcionan sin recursos suficientes, con escasez de medicamentos y profesionales, mientras que en el plano laboral denunciaron la falta de trabajo digno, con predominio del empleo informal y precario.
Pese al panorama crítico, los sacerdotes destacaron la solidaridad comunitaria que se mantiene en los barrios y subrayaron que, incluso en medio de la pobreza, "Jesús sigue encontrando un lugar para nacer", como símbolo de esperanza y resistencia colectiva.


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