Empleados de Comercio de Jujuy rechazaron de pleno la reforma laboral 

El Secretario General del Centro de Empleados de Comercio (CEC) de Jujuy, Miguel Mamaní, fijó la posición del sector frente al proyecto de reforma laboral. En declaraciones contundentes, el dirigente gremial aseguró que las condiciones actuales no permiten avanzar con cambios que impliquen la pérdida de beneficios históricos conseguidos por el movimiento obrero. "Necesitamos mantener los derechos que han costado tanto conseguirlos; no le vamos a regalar nada al oficialismo", sentenció.

Uno de los puntos que genera mayor alarma en el sindicato es la modificación de la jornada laboral y la implementación del "banco de horas". Mamaní defendió la regla de las "tres ocho": 8 horas para trabajar, 8 para descansar y 8 para actividades personales. Denunció que, actualmente, muchas empresas ya abusan de la jornada reducida rotando horarios permanentemente, dejando al empleado a disposición de la firma más tiempo del debido.

Según el dirigente, el banco de horas profundizaría este problema, permitiendo que el empleador fije condiciones que le quiten al trabajador tiempo vital para estudiar o cuidar a su familia. "No vamos a poder acompañar a nuestros hijos o a nuestros padres en edad avanzada si el empleador dispone de todo nuestro tiempo", advirtió, señalando que la medida busca legalizar una disponibilidad absoluta del personal.

Respecto a la propuesta de reemplazar las indemnizaciones por un fondo de cese laboral, Mamaní calificó la iniciativa como una "aberración". Criticó la posibilidad de que los despidos se financien con recursos que deberían estar destinados a las jubilaciones y exigió que se mantenga el sistema de resarcimiento vigente, al considerar que el nuevo esquema solo facilita el despido sin costo para el empresario.

Finalmente, el referente mercantil subrayó a El Expreso de Jujuy que se están vulnerando derechos de raigambre constitucional y pactos internacionales. Remarcó que no existe igualdad de condiciones entre un trabajador y un empleador debido a la diferencia de poder económico, y cuestionó la idea de que estas medidas generen empleo. Para el CEC, la solución pasa por fortalecer el mercado interno y aplicar una política económica opuesta a la actual, que evite llevar a los trabajadores a una situación de "absoluta precariedad".