El oficialismo estira los plazos y la Reforma Laboral se tratará en febrero

El tratamiento de la Reforma Laboral impulsada por el oficialismo tendrá una nueva postergación en el Senado. La titular del bloque de La Libertad Avanza, Patricia Bullrich, confirmó que el debate en el recinto se trasladará al 10 de febrero, dejando sin efecto la intención inicial de avanzar con la aprobación antes de fin de año.

Mientras tanto, el proyecto seguirá siendo analizado en comisión, con la posibilidad de introducir cambios a partir de los planteos realizados por la CGT y distintos sectores de la oposición. La decisión se conoció en una jornada marcada por una masiva movilización en Plaza de Mayo, donde sindicatos y organizaciones sociales expresaron su rechazo a la iniciativa.

Durante su exposición en la Comisión de Presupuesto y Hacienda, Bullrich sostuvo que el oficialismo optó por ampliar los tiempos de discusión para revisar las observaciones recibidas y construir consensos. En ese marco, explicó que se firmará un dictamen abierto, susceptible de modificaciones, y que será necesario convocar nuevamente a sesiones extraordinarias para retomar el debate en febrero.

Desde la oposición, el senador Mariano Recalde valoró la postergación, aunque advirtió que el proyecto aún presenta múltiples puntos cuestionados, indicó TN. Según señaló, existen aspectos centrales que no fueron abordados y que generan preocupación en diversos sectores del mundo laboral. En respuesta, Bullrich insistió en que el texto continuará en revisión y que no se trata de un cierre definitivo del debate.

El intercambio dejó en evidencia las diferencias de fondo. Recalde cuestionó el espíritu de la iniciativa y afirmó que no implica una modernización real, sino un retroceso en derechos laborales, además de facilitar despidos. En la vereda opuesta, el oficialismo defendió la necesidad de revisar el marco normativo vigente.

En paralelo, la CGT endureció su postura y advirtió que, si la reforma avanza, se convocará a medidas de fuerza. Dirigentes sindicales calificaron el proyecto como un ataque directo a la dignidad de los trabajadores y anticiparon un rechazo total a sus principales artículos. El escenario, de cara a febrero, promete un debate intenso tanto dentro como fuera del Congreso.