A norteño le robaron 10 mil dólares y acusa a su empleada

Farmacéutico santiagueño acusa por el robo de los U$S 10 mil a su empleada. La denuncia es investigada por la justicia santiagueña.

Un botín de 10.000 dólares, cercano a los $10 millones. habría sustraído una empleada doméstica a su empleador, un empresario farmacéutico santiagueño con residencia en la capital de esa provincia, de acuerdo con una presentación judicial.

Pese al hermetismo impuesto al proceso, trascendió que la denuncia es motorizada por el abogado Luis Barraza, en representación de un empresario del medio, quien habría señalado que contrató a dos empleadas, dado las dimensiones de su vivienda.

Una de ellas cumpliría tareas hace casi cuatro años. La otra arribó en febrero, ya que cuenta con dos pisos en su inmueble y le resultaba insuficiente la sola tarea de la empleada más antigua.

Siguiendo la descripción del empresario damnificado, se sabe que en el ala superior de su piso edificó una habitación que sirve de depósito para las numerosas cajas de medicamentos.

Hace casi un mes, el empresario habría cerrado varios negocios y sumado casi U$S 40.000. Reservado y prudente, habría organizado los dólares en fajos de diez billetes cada uno, que fueron celosamente ubicados en cajas en una habitación contigua a la suya.

Bien detallista, el hombre de negocios habría ahondado que la llave de tal habitación fue cuidadosamente resguardada en un cajón de la cómoda en su dormitorio.

Otro aspecto subrayado por el damnificado. Destacó a las autoridades que con mucha antelación, había establecido de manera explícita la prohibición de acceso al personal doméstico a la habitación donde guardaba las cajas con medicamentos y los dólares.

Al referirse a la empleada sospechosa, explicó que trabajó en su residencia el 28 y 29 de febrero y el 1 de marzo del corriente año por última vez.

El 4 de marzo último, el empresario se trasladó a la habitación, ya que debía efectuar unos pagos a los proveedores. Allí, descubrió la falta de US$ 10.000 que había guardado en la parte superior de su vivienda.

Urgente, llamó a la empleada de mayor antigüedad. En síntesis, la habría puesto al tanto del faltante de dólares. La mujer le habría revelado que el viernes 1 de marzo, por la mañana, la otra empleada subió a las habitaciones superiores por tareas de limpieza.

Como habría demorado en bajar, la empleada la llamó porque se extendió en demasía aquella labor. Requerida, la otra trabajadora habría respondido que faltaba poco para concluir y que luego bajaría para proseguir la limpieza en el piso inferior. Luego, la acusada se habría retirado antes de cumplir su horario de trabajo.

Más adelante, el empresario habría solicitado que la Justicia citara, lo más pronto posible, a la empleada testigo, ya que la considera clave para desentrañar la desaparición del dinero y avanzar hacia el destino final de la abultada cifra. Por otro lado, también solicitó que se realicen todas las demás diligencias procesales y quedó a disposición de los investigadores para ratificar formalmente la solicitud y colaborar en todo lo necesario, optimista en reencontrarse con los millones en juego.

El denunciante amplió que dos funcionarios policiales serían sobrinos de la acusada, con lo cual dejó a criterio del equipo fiscal arbitrar los medios y evitar que estos, eventualmente, vayan a convertirse en una valla, o un problema debido a "conflictos de intereses".

Los expertos añadieron que el escrito hoy se traduciría en medidas efectivas, ya que la cifra en juego es muy alta y por lógica la sospechosa será interiorizada sobre la acusación en contra suya.

Hasta el jueves a la noche, los registros del Poder Judicial no delataban presentación alguna, es decir un pedido de eximición de prisión, tendiente a desterrar o prevenir ante el temido fantasma de una probable detención, informó Contexto.