Llevaba 4 meses desaparecido y lo encontraron quemado y enterrado a pocas cuadras de su casa: su novia confesó el crimen

Durante cuatro meses, el nombre de Fernando Reyes apenas circuló entre vecinos y familiares. Había desaparecido el 4 de diciembre de 2022 en Belén, Catamarca, y su entorno creyó -o quiso creer- las excusas que repetía su pareja, Dana Estrella Martínez: que estaba en Jujuy, que había viajado a La Rioja, que había tenido problemas de trabajo. Pero la verdad era otra, mucho más brutal.

Reyes, de 39 años, vivía con Martínez y los dos hijos de ambos en una humilde vivienda prestada cerca de la Ruta Nacional 40, en La Ciénaga. A pesar de las dificultades económicas y de las discusiones constantes dentro de la casa, nadie imaginó que el conflicto podía terminar en un crimen.

La primera señal de alarma la dio un amigo, Cruz, al notar que Fernando no apareció en una reunión pactada. Intentó llamarlo y no obtuvo respuesta. Cuando consultó a Dana, las versiones cambiantes despertaron sospechas. La familia de Reyes también comenzó a dudar.

La situación explotó cuando Cruz encontró a los hijos de la pareja solos y llorando. La nena de seis años, en medio del llanto, dijo lo que nadie quería escuchar: que su mamá había matado a su papá y que ella misma le llevaba flores al sitio donde estaba enterrado.

El 5 de mayo de 2023 se inició la búsqueda formal. La Policía comenzó a rastrillar la zona y detectó restos humanos en la orilla del río Belén. Dos días después, a apenas 400 metros de la casa, los perros marcaron un punto clave: al excavar, los investigadores hallaron una bolsa negra. Dentro, un cuerpo parcialmente quemado y en avanzado estado de descomposición. Era Fernando.

Con el hallazgo, Dana Martínez dejó de sostener sus versiones. Confesó que había matado a Reyes durante una discusión, que lo golpeó hasta que murió, que lo quemó en una fogata y que enterró el cuerpo para intentar borrar todo rastro.

Pero la investigación reveló que no estuvo sola. Dos personas quedaron vinculadas: su amiga María del Valle Villagra y un presunto amante, Simón Alcides Toranzo. La Justicia sospecha que ambos colaboraron en el asesinato o en la eliminación de pruebas. Toranzo, detenido, se negó a declarar. Los tres celulares fueron enviados a peritaje para determinar la coordinación del crimen.

La fiscalía acusó a Martínez de homicidio triplemente calificado -por alevosía, por el vínculo y por la intervención de más de una persona- y pidió que los tres imputados continúen detenidos hasta el juicio, que podría realizarse con jurado popular.

Los hijos de la pareja fueron trasladados a Jujuy, donde quedaron al cuidado de la abuela paterna. En Belén, la noticia sigue estremeciendo: el cuerpo de Reyes estuvo enterrado frente a todos durante meses, sin que nadie imaginara que el horror estaba tan cerca./La100