Grave acusación contra una escuela jujeña por presunto maltrato a un alumnito
La madre sostuvo que su hijo, un niño con síndrome de Down, no habría recibido la contención ni la inclusión que la institución promovía.
Una fuerte denuncia generó preocupación en el ámbito educativo jujeño luego de que una madre expusiera presuntas situaciones de vulneración de derechos que habría atravesado su hijo, un niño de 8 años con síndrome de Down, durante su paso por una escuela primaria de la provincia.
Según relató, la familia eligió esa institución confiando en su propuesta de educación inclusiva y en el acompañamiento que, desde el discurso institucional, se prometía para niños con discapacidad, indicaron desde Jujuy al Momento. No obstante, con el transcurso del ciclo lectivo, la experiencia habría sido muy distinta a la esperada.
La mujer sostuvo que su hijo fue reiteradamente aislado, sancionado y excluido de las actividades escolares, especialmente en los recreos y dentro del aula, ante conductas que -afirmó- no eran comprendidas ni abordadas de manera pedagógica.
Entre los episodios más delicados, denunció restricciones injustificadas, falta de supervisión durante las clases y situaciones que habrían puesto en riesgo la salud del niño, quien además padece una condición médica que requiere cuidados específicos. La madre aseguró que, lejos de recibir contención, encontró desinterés, desconocimiento y una constante rotación de docentes, lo que impidió la construcción de vínculos y un seguimiento adecuado.
Ante la falta de respuestas por parte de la institución, decidió realizar presentaciones formales ante distintos organismos y contratar por su cuenta un acompañante terapéutico. A partir de esa intervención externa, destacó una mejora significativa en el desarrollo y bienestar de su hijo, en contraste con los informes elaborados por la escuela, los cuales cuestionó duramente por considerarlos estigmatizantes y carentes de sustento.
La mujer afirmó que continuará el camino legal para que se investiguen los hechos y señaló que no se trataría de un caso aislado. También puso en duda aspectos vinculados a la infraestructura y a las condiciones de habilitación del establecimiento, remarcando la necesidad de controles más rigurosos.
Mientras gestiona el traslado de su hijo a otra institución para el próximo ciclo lectivo, sostuvo que su testimonio busca visibilizar una problemática más amplia: las dificultades reales que enfrentan muchas familias para acceder a una educación verdaderamente inclusiva, más allá de los discursos y declaraciones formales.
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