Docente norteña y fundadora de un ballet, a la cárcel por hacerle lo peor a su nietito

La justicia argentina condenó a 10 años de prisión a Marina Tondini de Jiménez, histórica referente del ballet folklórico del norte argentino y fundadora del Ballet Salta, tras ser declarada culpable de abuso sexual agravado contra su nieto. El fallo fue emitido por un tribunal penal de Buenos Aires, donde se desarrolló el proceso iniciado a partir de la denuncia del propio joven, quien expuso hechos ocurridos durante su infancia y acompañó su testimonio con diversas pericias psicológicas.

El caso generó una fuerte conmoción en el ámbito cultural y artístico, ya que Jiménez fue durante décadas una figura central de la danza folklórica en la región y formadora de numerosas generaciones de bailarines. Su nombre estuvo asociado a escenarios prestigiosos, homenajes y a una escuela que dejó una profunda huella en la formación artística del norte del país. La noticia de la condena repercutió con impacto en su entorno y en la comunidad folklórica.

La denuncia tomó estado público a partir del impulso de su hijo, Aníbal Jiménez, quien acompañó el proceso judicial y expresó alivio tras conocerse el veredicto. "Se hizo justicia", afirmó, en un mensaje que sintetizó el largo camino recorrido por la familia en busca de una resolución. La causa avanzó con testimonios clave, informes técnicos y un análisis exhaustivo por parte de los magistrados, que consideraron acreditados los hechos.

Aunque la pena impuesta es de 10 años, la sentencia aún no quedó firme. La defensa de Marina Jiménez ya anticipó que recurrirá el fallo ante instancias superiores. Hasta que se resuelvan las apelaciones, la condenada continuará en libertad debido a su edad, y quedará a la espera de que la Justicia determine si deberá cumplir la pena en prisión o bajo un régimen especial. El caso sigue generando debate y marcó un antes y un después en la historia de una figura que fue, durante décadas, sinónimo de prestigio en la cultura norteña.