Denuncian a un productor por estafas millonarias: así chamuyó a todos
Los afectados esperan respuestas y justicia en medio de una de las estafas más impactantes de los últimos tiempos.
La Justicia de Córdoba investiga lo que podría ser uno de los fraudes más grandes en el sector agrícola de la provincia, centrado en la comercialización del azafrán, conocido como el "oro rojo" debido a su alto valor en el mercado. El principal acusado es Jorge Della Vedova, un productor de Villa Ciudad de América, quien enfrenta múltiples denuncias por presuntas estafas a pequeños inversores y productores del sector.
La denuncia, que surgió hace aproximadamente un año y medio, involucra un esquema que muchos consideran una "estafa piramidal". Según los denunciantes, Della Vedova habría utilizado el dinero de los nuevos inversores para pagar a los anteriores, sin que realmente se produjera el azafrán prometido. Este fraude, que ya dejó pérdidas millonarias, habría afectado a decenas de personas que confiaron en el negocio.
El azafrán, uno de los condimentos más caros del mundo, se convertió en una alternativa atractiva para inversores, especialmente en Córdoba, donde la producción creció gracias a la demanda de productos como el fernet, una bebida tradicionalmente asociada con el uso de este ingrediente. La recolección del azafrán es un proceso laborioso que requiere condiciones climáticas específicas, así como un manejo cuidadoso de la cosecha, lo que convierte a este producto en un lujo demandado globalmente.
De acuerdo con las investigaciones, entre 2017 y 2019, Della Vedova se desvinculó de la red de productores de Azafrán Mediterráneo, con la que estaba asociado, para crear su propio emprendimiento bajo el nombre de "Azafrán Villa Ciudad de América". Fue en este contexto que solicitó dinero a los inversores, prometiendo que los fondos serían utilizados para comprar bulbos, cultivar y comercializar azafrán. A cambio, ofreció rendimientos millonarios, prometiendo que las ganancias se reinvertirían y crecerían con el tiempo.
Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo y los inversores intentaron retirar sus ganancias, se encontraron con excusas. Della Vedova alegó que los bulbos habían sido dañados por un hongo o que no podía venderlos debido a la baja calidad de la cosecha. Sin embargo, la realidad era otra: el dinero de los nuevos inversores no fue destinado al cultivo de azafrán, sino que, según las sospechas, fue utilizado para pagar a los primeros inversores, siguiendo el modelo clásico de una estafa piramidal.
La causa sigue abierta y se espera que, en los próximos días, más afectados se sumen a las denuncias. El caso también despertó un debate sobre la necesidad de regulaciones más estrictas en el sector agrícola para proteger a los pequeños inversores de fraudes similares.
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