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Niños adoradores de pesebres, el espíritu navideño en Jujuy

La adoración en los pesebres es una de las costumbres más representativas de la Navidad Jujeña, en la que niños y jóvenes transitan las calles anunciando el nacimiento de Jesús.

La tradición de la adoración en los pesebres es uno de los acontecimientos más especiales que tiene la Navidad Jujeña. Miles de niños a lo largo de las cuatro regiones terminan se disponen a prepararse para el mes en el que esperamos el nacimiento de Jesús.

Los preparativos comienzan con el armado del “pesebre”, la escena del nacimiento que se representa con imágenes que suelen ser de arcilla, yeso o porcelana.

Existen distintos tipos de pesebres, públicos y privados. Los públicos son los que están en las Iglesias o en las plazas, pueden ser imágenes de grandes dimensiones o pesebres vivientes. Los privados son los que se encuentran en la casas de familia, que a veces abren sus puertas a los niños adoradores para que los visiten.

Pero el elemento fundamental son los niños y jóvenes adoradores, que al terminar las clases asumen este compromiso de contagiar el espíritu navideño a través de la danza y la música de tambores, redoblantes y quenas.

Organizarse para “ir a adorar” implica ensayar villancicos, coreografías y confeccionar los uniformes para comenzar la actividad de recorrer los pesebres, en donde los “dueños de casa” los reciben y al final les ofrecen un refrigerio y puedan continuar su camino.

Por esta tradición es que todos los años se realiza el “Encuentro provincial de pesebres” en el que se reúnen adoradores de todas partes de la provincia para compartir sus experiencias y rendir homenaje al niño Jesús. En enero de este año el encuentro llegó a convocar a más de cien agrupaciones que sumaban alrededor de 12 mil chicos.

Jujuy es la única provincia con esta costumbre que comienzan en diciembre y se extienden hasta el mes de enero con la “llegada de los Reyes Magos”, o incluso más tiempo según lo decida cada grupo de adoradores.

En el año 2012 se declaró a los pesebres, a los niños adoradores y las bandas de música como patrimonio cultural intangible de San Salvador de Jujuy, ya que a través de ellos es posible mantener viva esta importante tradición.


 

El primer pesebre de Jujuy

El primer registro de un pesebre en Jujuy, es el Pesebre de “Don Toribio Tolaba”, quién recibió la donación de una imagen del Niño Jesús por parte de un matrimonio español que venía de Cuzco. El objetivo era que la imagen fuera venerada por la gente del pueblo durante las navidades.

Don Tolaba, un hombre de profundas convicciones religiosas, construyó el primer pesebre en el año 1885 donde actualmente se encuentran los Tribunales. En 1998 se trasladó al terreno donde hoy se encuentra la Casa de Gobierno, y así sucesivamente se fue reubicando en distintos lugares hasta que finalmente se asentó en el Barrio Chijra donde permanece hasta hoy.

Año tras año fue congregando a muchos peregrinos que se acercaban a él para meditar el misterio de la Navidad y disfrutar de la adoración al Niño Jesús, al ritmo de las bandas de sikuris.

En 2011 la familia Tolaba recibió un reconocimiento de la Municipalidad que le brindó una mención como Patrimonio Cultural de la Ciudad. 

Fuente: Jujuy al momento 

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