Alerta máxima

"Un monstruo aún peor": se está propagando otra pandemia, y no es el coronavirus

Las multitudes favorecen el contagio y lo propagan en las personas cercanas.

QPJ Internacionales

El temor al coronavirus y el cierre de las clínicas han mantenido alejados a muchos pacientes que luchan contra el VIH, la tuberculosis y el paludismo, mientras que las restricciones a los viajes por aire o por mar han limitado gravemente la entrega de medicamentos en las regiones más afectadas.

Aproximadamente el 80 por ciento de los programas para atender la tuberculosis, el VIH y el paludismo en todo el mundo han reportado interrupciones en los servicios y una de cada cuatro personas que viven con VIH ha reportado problemas para acceder a medicamentos, de acuerdo con ONUSIDA. Las interrupciones o retrasos en el tratamiento podrían provocar resistencia a los medicamentos, algo que ya representa un gran problema en muchos países.

La temporada de paludismo ha comenzado en África occidental, donde ocurre el 90 por ciento de los fallecimientos a causa de esta enfermedad en el mundo, pero las estrategias habituales de prevención (distribución de mosquiteros tratados con insecticida y aplicación de pesticidas en aerosol) han sido restringidas a causa de los cierres.

De acuerdo con un cálculo, un cierre de tres meses en distintas partes del mundo y un retorno gradual a la normalidad a lo largo de diez meses podría tener como consecuencia un aumento de 6,3 millones de casos de tuberculosis y 1,4 millones de fallecimientos a causa de esta enfermedad.

Una interrupción de seis meses de la terapia antirretroviral podría derivar en más de 500.000 fallecimientos adicionales por enfermedades relacionadas con el VIH, de acuerdo con la OMS. Otro modelo de la OMS pronosticó que, en el peor de los casos, los fallecimientos a causa del paludismo podrían duplicarse a 770.000 por año.

La infraestructura construida para diagnosticar el VIH y la tuberculosis ha sido una ayuda para muchos países que están combatiendo el coronavirus. GeneXpert, la herramienta utilizada para detectar material genético de las bacterias de la tuberculosis y del VIH, también pueden amplificar el ácido ribonucleico (ARN) para diagnosticar el coronavirus.

No obstante, ahora muchas clínicas están usando los aparatos únicamente para detectar el coronavirus. Poner el coronavirus como prioridad sobre la tuberculosis es "muy tonto desde el punto de vista de la salud pública", dijo Ditiu. "En realidad debes ser listo y detectar ambos".

La pandemia ha obstaculizado la disponibilidad de medicamentos para el VIH, la tuberculosis y el paludismo en todo el mundo al interrumpir las cadenas de suministro, desviar la capacidad de fabricación e imponer barreras físicas para los pacientes que deben viajar a clínicas distantes para recoger los medicamentos.

Esta escasez está obligando a algunos pacientes a racionar sus medicamentos, poniendo en peligro su salud. En Indonesia, la política oficial es proporcionar un mes de suministro de medicamentos a la vez a los pacientes con VIH, pero últimamente ha sido difícil conseguir la terapia antirretroviral fuera de Yakarta.

Las personas con VIH y tuberculosis que suspenden el tratamiento tienen más probabilidades de enfermarse a corto plazo. A largo plazo, hay una consecuencia aún más preocupante: un aumento de las formas de resistencia a los medicamentos de estas enfermedades. La tuberculosis que ya es resistente a los medicamentos es una amenaza tan grande que se vigila a los pacientes muy de cerca durante el tratamiento, una práctica que en su mayoría ha sido suspendida durante la pandemia.

De acuerdo con la OMS, al menos 121 países han notificado una reducción en la cantidad de pacientes con tuberculosis que acuden a las clínicas desde que comenzó la pandemia, lo que pone en peligro los logros alcanzados con tanto esfuerzo.

"Esto es realmente difícil de procesar", dijo Ditiu. "Se requirió de mucho trabajo para llegar a donde estamos. No estábamos en la cima de la montaña, pero estábamos lejos del pie, entonces vino una avalancha y nos lanzó de nuevo hasta abajo".

c.2020 The New York Times Company

Comentarios

  • Gabriel

    Últimamente estoy leyendo muchos sus informes y noticias y noto que están siendo alarmistas y nose que intentan hacer solo provocan psicosis en la gente

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