Horror y conmoción

Papá de nenes de 8 y 10 años salió a buscar trabajo y no volvió: lo devoraron unos perros

El hombre sólo buscaba un mejor futuro para su familia, pero ocurrió una terrible tragedia.

Un peruano, cansado de la pobreza en la que vivía, Gabriel Condori Bautista (40) partió hacia Arequipa en el mes de octubre. Sin embargo, pasaron los días y nunca más se supo nada de él. Lo que su familia se enteró luego fue desgarrador.

Gabriel tenía dos hijos de 8 y 10 años y su objetivo era brindarles un mejor futuro para que no pasen las penurias que el vivió. La última vez que se contactaron fue a fines de octubre, cuando llamó a su familia para contarles que estaba trabajando como obrero de construcción civil y que ya pronto iba a enviar algo de plata.

La mañana del 10 de noviembre, los "canteros" que trabajaban en una torrentera, hicieron un terrible hallazgo: encontraron los restos de un hombre solo de la cintura hacia abajo y una columna casi calavérica. Todo indicaba que había sido descuartizado.

Una vez que los agentes policiales de la división de Homicidos y los peritos realizaron las diligencias, determinaron que debajo de las extremidades mencionadas estaba un cráneo y partes de un brazo. Fue este último el que después ayudó a su identificación.

El dedo anular fue sometido a un proceso de recuperación de huellas y a través del sistema AFIS del RENIEC, se supo que era Gabriel Condori. Para entonces, los demás restos ya habían sido enviados a la fosa común de Ciudad Municipal (Cerro Colorado).

Recién este último fin de semana un trabajador de una funeraria logró ubicar a los familiares para contarles lo sucedido. Ahora, esta familia humilde tiene que hacer todos los trámites para retirar los restos de Gabriel. Su intención es llevarlo a su ciudad natal Vilquechico (Huancané) para darle un descanso eterno.

Al igual que los propios Policías que llevan la investigación, se preguntan que le pasó. Y todavía hay misterio en el caso, ya que la necropsia no pudo determinar las causas del deceso por falta de restos que, según parece, habrían sido devorados por perros.

En la zona donde fue ubicado se encuentra una cantera de arena. Estaba debajo de un pequeño cerro de unos 20 metros de altura. Según informa EPA Noticias casi nadie transita por la zona, aunque hay un acceso a través de una trocha carrozable. También es cierto que por allí abundan los perros callejeros.

Q.E.P.D.


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