Increíble historia

Fue rescatada de la basura: ahora su sonrisa revoluciona las redes

El amor que Sarah Conque le entregó a la pequeña Nika cambió por completo su vida.

En 2013, la especialista en recreación terapéutica, Sarah Conque descubrió que su pasión era ayudar a niños con discapacidades en situación de riesgo. Entonces, tomó la decisión de mudarse desde Estados Unidos a Haití para trabajar como misionera en el centro médico Danita's Children, donde podía brindar apoyo con sus conocimientos.

Pero no fue hasta el 2014 que su vida dio un giro radical. Durante ese año, una joven entró al centro médico con una niña de 3 meses con hidranencefalia, llamada Nika, entre sus brazos. La pequeña estaba terriblemente desnutrida y necesitaba ser atendida de inmediato.

La cabeza de la menor lucía diferente, por la acumulación de liquido cefalorraquídeo en el cerebro que hace que la cabeza se hinche, por lo que su madre la trató como un "secreto vergonzoso". Cada vez que sacaba a Nika en público, la envolvía en mantas y ocultaba su rostro.

Meses después de la visita, el instinto de Sarah la llevó a visitar a Nika en su hogar, para controlarla y saber más sobre su madre.

Sarah se horrorizó al encontrar a Nika sola dentro de la casa, acostada en una bolsa de arroz y rodeada de basura. Tenía once meses y pesaba 3 kilos. Sus condiciones de vida eran terribles. Sarah presumía que era porque la madre de Nika no quería tenerla.

La joven habló con la mujer, intentando convencerla de llevar a Nika al orfanato de su centro médico, para darle la atención que necesitaba. En el lugar, los médicos concluyeron que Nika estaba muriendo, debido a que sus órganos internos estaban comenzando a cerrarse y le dijeron a Sarah que rezara por un milagro, contó la chica en su sitio web Little Warrior Nika.

A pesar del poco alentador futuro, la niña siguió sobreviviendo. Ya no estaba al cuidado de su madre y Sarah comenzó a hacerse cargo de ella. Tras seis meses de ser su cuidadora, Sarah se convirtió oficialmente la tutora legal de Nika, junto con su novio Stephen.

Nika se sometió a dos neurocirugías y le implantaron una derivación ventriculoperitoneal para tratar el aumento de líquido cefalorraquídeo en el cerebro, lo que mejoró drásticamente su calidad de vida. Su cabeza disminuyó casi 5 centímetros y ganó varios kilos.

A través de los años ha progresado más de lo que cualquier médico podría haber pronosticado. Y deslumbra a las redes sociales con sus hermosas fotos e historia de superación.

Actualmente, tiene 4 años y vive con Sarah en el sur de Louisiana, Estados Unidos. ¡Y luce mejor que nunca! Es cosa de ver su gran sonrisa para comprobar lo feliz que es con su nueva vida. Baila, ríe y se mueve junto a la mujer que le devolvió la esperanza.

En Facebook, la pequeña aparece como Little Warrior Nika, donde Sarah comparte las aventuras y hermosas fotografías de Nika.

Créditos: Difundir.org

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