Murió a los seis años y sus compañeros les regalaron a sus papás una remera de egresados con su nombre

Juan Esteban Soto luchó como un guerrero contra un tumor cerebral que le diagnosticaron cuando tenía solo cinco años, a pesar de que los médicos le dieron apenas dos meses de vida. Aunque finalmente falleció en septiembre de 2013, sus compañeros de colegio nunca lo olvidaron y lo recuerdan con cariño y admiración casi diez años después.

Conocido como "Juani", el niño era amado por todos los vecinos de Villa Valeria, un pequeño pueblo del sur de Córdoba. Durante su tratamiento, viajó más de 500 kilómetros con su familia hasta Córdoba capital para recibir radioterapia y quimioterapia. A pesar de todos los esfuerzos, el tumor finalmente le arrebató la vida cuando estaba en primer grado.

A pesar de la tristeza, los amigos de Juani siempre lo recuerdan con cariño y le rinden homenaje. En su escuela, la José Croto, Juani hizo muchos amigos y siempre les contaba chistes y se disfrazaba de superhéroe. A pesar de que nunca tuvo un hermano, siempre deseó tener uno. Sin embargo, sus padres finalmente le cumplieron su deseo, y Juani pudo disfrutar de su hermano Juan Martín durante un año antes de su partida.

Hace unos días, los compañeros de Juani sorprendieron a su madre, Romina, con una emotiva visita. Le regalaron una remera con el nombre de su hijo y le dieron abrazos cariñosos en un gesto de afecto que conmovió a la madre. Aunque Juani ya no está presente físicamente, su recuerdo sigue vivo en el corazón de sus compañeros de escuela y en el de su familia./SOMOS SALTA