Grave denuncia laboral en la UNJu: renunció tras sentirse explotado por 8 años

Indignado pero libre al fin, el ex trabajador de la Casa de las Culturas Jerónimo Núñez volcó el fastidio acumulado por ocho años sobre el teclado, generando inmediato revuelo entre el personal allegado a la Universidad Nacional de Jujuy. Una catarata de mensajes de apoyo, pero también pidiendo ayuda llegarían desde las múltiples sedes, muchos de sus ex compañeros aún sin el coraje para dar un paso al costado querían sentirse respaldados para una futura lucha de los trabajadores.

Unidos por la indignación pero amedrentados por una cláusula de confidencialidad, las historias sobre salarios de indigencia fueron mediatizándose. El caso de Núñez llegaría hasta Sobremesa (Canal 2), historia de contratos pseudo apócrifos, salarios de miseria y falta de empatía desde el rectorado para quienes tranquilamente definen el concepto de asalariado pobre.

"Mi último sueldo fue de $26.000 he llegado a cobrar menos que un estudiante becado de la Escuela de Minas, no estoy en contra, pero aún en carácter de tercerizado me hacían cumplir horarios y funciones como si estuviera dentro del estatuto de empleados de la Universidad. Y aunque tuve repetidas reuniones en su momento con Rodolfo Tecchi, pidiendo pasar a un contrato de servicio, terminé siendo un iluso por creerles tantas veces".

Convencido que la situación era "inconcebible", Núñez presentó su renuncia ante el actual rector Bonillo quien no lo habría atendido con la cordialidad que ameritaba un trabajador con su antigüedad, según relata durante la entrevista. Librado del bozal legal que implicaba la unión contractual, llegarían numerosos contactos, especialmente administrativos no docentes de la Facultad de Agrarias (casualmente donde Bonillo ejerció como decano) en una situación similar o peor, animándose incipientemente a organizarse.

"Tuve que renunciar para poder exponer la situación, hace dos años hice un posteo similar y al próximo contrato apareció esa cláusula. No se puede decir nada. Hay muchas personas que se me acercan, están al tanto de esa situación, hay contratos por $10.000, no quieren pagar salarios mínimos, la plata es gastada en otras cosas", concluyó el ex trabajador.

Fuente: Jujuy Al Momento