Más renuncias en el gabinete de Alberto: portazo de Moroni y Zabaleta
Los Ministerios de Trabajo y Desarrollo Social se quedaron sin autoridades.
El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, presentó la renuncia a su cargo por razones personales y Alberto Fernández tiene previsto resolver su sucesor dentro del equipo de esa cartera. Hasta esta noche el número puesto para ocupar el cargo era el actual secretario de Trabajo y virtual viceministro, Marcelo Bellotti, un abogado bonaerense y exapoderado del PJ que goza del respaldo de la mayor parte de la CGT. El ministro saliente fue hoy mismo el mayor promotor de Bellotti y el Presidente tenía en sus planes ratificarlo este lunes.
La salida de Moroni coincidió sólo temporalmente con las renuncias de Elizabeth Gómez Alcorta y de Juan Zabaleta a los ministerios de la Mujer y de Desarrollo Social, respectivamente. Para su entorno era sabido que el ministro deseaba dejar el cargo al menos desde mitad de año para pasar más tiempo con su familia y en aquella oportunidad había sido clave el pedido de la "mesa chica" de la CGT para que continuara.
Hoy todas las señales eran de continuidad. Es que el funcionario saliente no tuvo jamás un entredicho con Alberto Fernández, a quien conoce desde la Facultad de Derecho y con quien compartió desde los '90 gestiones en la administración pública que arrancaron en la Superintendencia de Seguros y que se prolongaron a lo largo de buena parte de los mandatos kirchneristas.
Moroni fue el más fiel transmisor de la mirada presidencial respecto del mercado laboral, coincidente además con los sectores más tradicionales de la CGT como los "gordos" de los grandes gremios de servicios. De hecho el ministro tuvo a su lado como asesor al abogado Alberto Tomassone, histórico asesor del sindicato de Comercio.
Las mayores objeciones hacia el ministro salieron de las usinas kirchneristas. En particular de La Cámpora y del propio Máximo Kirchner, que supo tener en el funcionario a uno de los objetivos recurrentes de sus diatribas.
Entre las declaraciones de Moroni que más incordiaron a ese sector del Frente de Todos estuvieron la referencia de que "el mejor salario es aquel que puede pagar el empresario", su cuestionamiento al sindicato del neumático (Sutna) y, más reciente, su reconocimiento de que el nivel actual de inflación dificulta la recuperación del poder adquisitivo.
Por lo demás Moroni fue un objetor tenaz de la propuesta de un aumento de suma fija para los trabajadores del sector privado expuesta por el kirchnerismo. Lo hizo alineado con la CGT y con el convencimiento de que una herramienta de esas características terminaría por enturbiar el proceso de las paritarias, a su juicio suficiente para paliar los efectos de la espiral inflacionaria. Para sostener esa oposición exhibió un número récord de homologaciones de acuerdos colectivos durante su gestión.
Para la sucesión hasta anoche todo indicaba que recaería en Bellotti. El ascenso del actual secretario de Trabajo implicaría una señal no sólo de continuidad y reconocimiento de la gestión de Moroni sino de todo el funcionariado debajo suyo, habituado a la gimnasia de negociaciones.
Quienes lo conocen desde hace años le recuerdan una inicial militancia en el Partido Intransigente de Oscar Alende, en los albores de la recuperación democrática, y una posterior conversión al peronismo. Del PJ llegó a ser apoderado en la provincia de Buenos Aires en paralelo con su labor como docente universitario.
El "Colorado" mantuvo un perfil bajo durante la gestión de Moroni pero no se privó de tejer buenas relaciones con la mayoría de los sindicatos peronistas, incluso con sectores del kirchnerismo más refractarios hacia el ministro.
Apenas conocida la salida de Moroni, ayer a primera hora, el propio ministro se encargó de confirmársela a su equipo a través de un grupo de whatsapp. Casi en simultáneo comenzaron las especulaciones sobre su reemplazo. Además de Bellotti se mencionó dentro del equipo actual del Ministerio a Pablo Topet, uno de los asesores principales de Moroni y de extensa trayectoria académica y como asesor de sindicatos.
Desde el kirchnerismo hubo un permanente martilleo en contra de Moroni desde el mismo inicio de la gestión y de forma recurrente se mencionaron nombres para reemplazarlo en general alineados con la escuela del abogado laboralista Héctor Recalde.
Mi voto será para Milei. Los k y la opo ya gobernaron, solo arruinaron a la gente.
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