Los devastadores resultados que provoca la ansiedad: cómo superar este mal

Millones de personas en todo el mundo sufren diversos síntomas y buscan saber cómo controlar la ansiedad. Y es que este trastorno es, junto con la depresión, uno de los males más extendidos del siglo XXI.

Diversos síntomas pueden indicar un trastorno de ansiedad: dificultad para respirar, dolores de cabeza, eccemas, insomnio, sudoración, miedo injustificado, temblores, mareos, taquicardia, molestias estomacales, diarreas, etc.

La ansiedad es un mecanismo de defensa que utiliza tu organismo para ponerte alerta. Suele deberse a una preocupación excesiva que se manifiesta físicamente acerca de algún hecho que ocurrirá en el futuro. Puede indicar miedo a la incertidumbre o a situaciones que sientes que no eres capaz de controlar.

Antes de intentar controlar la ansiedad, lo primero es localizar su origen, ¿Tienes un examen complicado próximamente? ¿Estás pasando una época complicada? ¿Tienes miedo a lo que pueda ocurrir en tu trabajo? Todo ello puede ser la fuente de tu ansiedad.

Una vez hayas localizado en foco, puedes pensar en cómo solucionarlo, si es que eso es posible. Si lo es, manos a la obra. Pero si es un asunto que no puedes cambiar o controlar, tendrás que gestionarlo emocionalmente para aceptarlo con madurez, o simplemente dejarlo pasar.

Para ello, existen diferentes métodos. Lo primero sería acudir a un buen terapeuta para que te ayude a canalizar tus emociones hacia un lugar donde te hagan sentir mejor. También te recomendamos aprender cómo calmar un ataque de ansiedad para que tengas las herramientas necesarias para gestionar esa situación.

Sí, puede que necesites ayuda de un especialista, pero eso no debe hacerte sentir mal. Todos necesitamos apoyo en algún momento de la vida y nada mejor que un profesional te enseñe las herramientas para regresar a estados de tranquilidad. Recuerda que eres tú quien decide cuánto dura la ansiedad en ti.

¿Cómo calmar la ansiedad rápidamente?

Hay algunos consejos prácticos con los que puedes calmar la ansiedad y tus pensamientos. De esa forma te sentirás más equilibrado/a para pensar con la cabeza fría. Por ejemplo:

Meditar por 10 minutos: no importa dónde te encuentres. Siéntate o recuéstate, cierra los ojos y concéntrate en tu respiración, intentando poner tu mente en blanco.

Moverte: tan solo unos minutos de actividad física pueden marcar la diferencia. Baila, salta, busca desconectar de la situación por un momento. También puedes hacer ejercicios yoga o unos sencillos estiramientos.

Reír: sí, reír. Recuerda algo graciosos o simplemente haz el gesto de reírte para que tu cuerpo comience a liberar endorfinas y relaje los músculos.

Tomar infusiones: la manzanilla, la tila, la valeriana, el té verde o el limón sirven para bajar los niveles de ansiedad y relajar el cuerpo.

Aromaterapia: hay muchos aromas calmantes que puedes conseguir en forma de aceites esenciales, velas o inciensos. Algunos son la lavanda, el sándalo, la naranja, el geranio o las rosas.