Tristísimo

[TRAGEDIA] Su hermanito lo lastimó con un lápiz, lo llevaron al hospital y murió

Los médicos le habían dicho que tenía paperas y que solo tomará agua, pero lamentablemente la autopsia reveló otra cosa.

QPJ Policiales

Oseias Ezequiel Miqueas Villalba tenía 2 años y 8 meses y murió el 25 de diciembre pasado en el hospital Eva Perón (ex Castex), del partido bonaerense de San Martín. Su familia sostiene que "lo dejaron morir" y denunció a los profesionales que lo atendieron por mala praxis.

Todo empezó por un absurdo accidente doméstico a mediados del mes pasado cuando, mientras jugaban, un hermanito de Oseias le lastimó la garganta con un lápiz. Esa fue la primera vez que su mamá lo llevó a la guardia de ese centro asistencial. "El nene había vomitado sangre pero el médico lo revisó y le dijo a mi hermana que solo era un "rasponcito", relató Nancy Villalba, tía de la víctima.

De acuerdo a su relato, su sobrino volvió a su casa ese día con la única recomendación de que "le dieran cosas frías", pero ninguna advertencia que hiciera pensar que se trataba de una herida de gravedad. Al día siguiente, el 16 de diciembre, Oseias se despertó afiebrado y su mamá nuevamente lo llevó al hospital.

"Mi hermana le explicó al doctor que lo habían lastimado con un lápiz", contó la mujer, pero el profesional no consideró entonces que aquel accidente tuviera alguna vinculación con los síntomas del chico. "Le dijo que Oseias estaba engripado", completó.

El derrotero de la familia tuvo un nuevo capítulo 48 horas después, el 18, cuando al levantarse por la mañana advirtieron que el nene tenía un bulto en la parte de atrás de la oreja y una vez más, salieron de urgencia a la guardia. "Ese día le dijeron que ya estaba cicatrizado el raspón que tenía el nene en la garganta, pero igual le pidieron una ecografía", dijo a este medio Villalba.

La conclusión del especialista después de analizar el resultado del estudio fue que el nene tenía parotiditis, una enfermedad muy parecida a las paperas. "Nos dijeron que no hacía falta medicarlo", recordó con impotencia. Otra vez se fueron del hospital intranquilos, pero sin elementos para contradecir el diagnóstico que habían recibido.

Durante los dos días que siguieron a ese el bulto que Oseias tenía en la cara era cada vez más grande y ya casi no podía ni mover su cuello ni comer. Por cuarta vez en menos de una semana el chico fue atendido por guardia. "Solo toma agua o jugo", le avisaron al doctor que los recibió ese día. La respuesta entonces fue que "era normal que estuviese caído" y que lo importante era que no se deshidratara.

De todas formas, le hicieron una nueva ecografía a su sobrino y después les aconsejaron que "no hacía falta" llevarlo tan seguido porque "podía contagiarse alguna otra enfermedad". Sin embargo, aclaró la mujer, el informe de ese nuevo estudio mencionaba que había una infección.

Así llegaron al 24 de diciembre, muy lejos del clima de celebración por la Navidad. Minutos antes del brindis, Oseias volvió a vomitar sangre y terminaron todos en el hospital. Esa noche el nene quedó internado en observación pero tampoco lo medicaron, y el bebé se volvió a descompensar.

También tenía fiebre y lo pasaron a terapia, donde le hicieron una transfusión y les anticiparon que tendrían que derivarlo al Hospital Posadas. Como no había cama a esa hora el nene pasó la madrugada en el Eva Perón.

La autopsia que le practicaron al cuerpo del menor determinó después que la infección que le produjo el accidente que tuvo en su casa le había llegado a la cabeza y le provocó la muerte

Cerca de las 5 de la mañana hizo una crisis y una doctora, que hasta ese momento no habían visto nunca, le preguntó a la mamá de Oseias por qué no había llevado antes a su hijo al hospital. "Ahí mi hermana se largó a llorar y le dijo: ‘cinco veces lo traje'". En ese momento se le vino el mundo abajo.

Oseias estaba crítico. Los posibles diagnósticos iban desde una úlcera en el estómago hasta la tuberculosis. En medio de la desesperación, una enfermera les comunicó que al fin había aparecido la cama que esperaban en el Posadas y empezaron a preparar el traslado del paciente, pero siete minutos después el chico murió. "Salió la misma doctora y nos dijo que había sufrido un paro cardiorrespiratorio", se lamentó su tía.

La autopsia que le practicaron al cuerpo del menor determinó después que la infección que le produjo el accidente que tuvo en su casa le había llegado a la cabeza y le provocó la muerte. Ese mismo día de Navidad, radicaron la denuncia en la comisaría 1 de San Martín e intervino la UFI N°4 de Delitos Culposos.

"Las autoridades del hospital nos dijeron que se enteraron de lo que pasó por la televisión", cuestionó Villalba, sobre la pobre explicación que recibieron cuando exigieron respuestas. De acuerdo a su relato, el director de ese centro asistencial le dijo que no existían registros de las cinco consultas que había hecho con su hijo previas a su muerte.

Por su parte, la fiscal Tamara Vaisman de la Fiscalia 4 de San Martín, una de las fiscales que interviene en la investigación, indicó que la causa fue caratulada como "Homicidio culposo por Mala Praxis" y que ya se llevaron a cabo una serie de allanamientos a fin de establecer las distintas responsabilidades en el hecho. Este medio quiso saber también la versión del hospital sobre lo sucedido pero al cierre de esta nota no hubo respuesta

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