Volvía del after y chocó a una familia completa: mató a las hijas del matrimonio
La acusada se dio a la fuga y con el tiempo su madre dijo que estaba en un centro psiquiátrico.
Después de muchísimos años irá a la cárcel. Los jueces de la Sala III del Tribunal de Impugnación, Rubén Arias Nallar y Eduardo Barrionuevo, hicieron lugar parcialmente al recurso de casación interpuesto por la fiscalía, y declararon a María Florencia Bridoux autora del delito de doble homicidio simple y doble lesiones graves, bajo la modalidad de dolo eventual, y mantuvieron la pena impuesta.
La joven había sido condenada por los jueces de la Sala II del Tribunal de Juicio de Orán, a la pena de ocho años de prisión efectiva, por ser autora del delito de homicidio simple con dolo eventual, en perjuicio de Vanesa y Gisela Barba.
El caso que conmocionó a todo el país
El 6 de julio de 2008, María Florencia Bridoux Tello le arruinó la vida al matrimonio Orlando Barba y Alicia Gómez. A bordo de una Volkswagen Surán, chocó a la familia sobre ruta nacional 50 a la altura de Orán y le provocó la muerte a Gisela (21) y Vanesa Barba (14), hijas de la pareja, quienes viajaban en el asiento trasero del Renault Mégane, el cual quedó completamente calcinado.
La mujer que provocó el choque tenía por aquel entonces 19 años. Circulaba junto a un amigo en estado de ebriedad y a 120 kilómetros por hora. En el momento del choque, la familia estaba estacionada sobre la banquina porque estaban siendo sometidas a un control de Gendarmería Nacional.
Bridoux Tello se escapó. Fue detenida algunas horas más tarde en su vivienda y a los 30 días fue puesta en libertad por orden de la jueza de Instrucción Formal de Segunda Nominación de Orán, Norma Vera.
La causa se estancó. Bridoux Tello debía comparecer ante la Justicia año a año, pero sin una condena. Tampoco había vuelto a la cárcel. Todo permaneció tal cual hasta el 2016, cuando el nuevo magistrado, Raúl Fernando López, ordenó la detención Bridoux Tello. Tomó esa determinación al advertir que desde el 3 de octubre de 2014 no se presentaba en forma periódica ante la Justicia norteña, tal como lo había dispuesto la jueza Vera, quien la dejó en libertad.
El accionar del juez no sirvió de mucho, ya que esos dos años le habían servido a Bridoux Tello para desaparecer. Nadie sabía nada de ella. En su casa, su madre manifestó que su hija estaba internada en un centro psiquiátrico de la provincia de Buenos Aires. Minutos más tarde se contradijo al sostener que en realidad estaba en Perú.
Finalmente se confirmó la sentencia contra la joven y ahora deberá pagar por lo que hizo detrás de las rejas.
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