Vecinos del barrio Tupac Amaru exigen una comisaría ante la ola de violencia e inseguridad
La muerte de un adolescente de 14 años y el cierre de espacios públicos por el consumo de sustancias marcaron un punto de quiebre en la paciencia de la comunidad.
La inseguridad en el barrio Tupac Amaru, dentro del populoso distrito de Alto Comedero, ha escalado a niveles que los vecinos califican de "insostenibles". Julio, un residente que alzó la voz en representación de sus pares, detalló un panorama desolador donde la delincuencia y el consumo de drogas han tomado las calles, obligando a las familias a vivir "enrejadas" y privando a los niños de los espacios de recreación.
Uno de los símbolos más claros de la crisis es el estado del parque acuático del sector. Lo que debería ser un centro de disfrute para las familias jujeñas, hoy se encuentra cerrado debido a que se convirtió en un foco de inseguridad y consumo de sustancias ilegales.
Sin embargo, el hecho más trágico que fundamenta el pedido de una comisaría propia fue el asesinato de un joven de 14 años, quien perdió la vida tras ser apuñalado en las inmediaciones del parque. Este suceso ha dejado una herida profunda en el barrio y reforzó la idea de que los recursos policiales actuales son insuficientes para cubrir la zona.
Los reclamos principales de los vecinos
Los residentes del sector Tupac Amaru resumen sus necesidades en tres ejes fundamentales:
Presencia permanente: Exigen que la policía no solo realice patrullajes esporádicos, sino que se instale una comisaría física dentro del barrio para reducir los tiempos de respuesta.
Igualdad de trato: Denuncian sentirse "discriminados" por las autoridades. Sienten que, por pertenecer al barrio de la Tupac Amaru, sus pedidos de auxilio y mejoras en seguridad no son atendidos con la misma urgencia que en otros sectores.
Recuperación de espacios: Piden seguridad específica para las plazas y parques, con el fin de que los menores puedan volver a jugar sin riesgo de quedar atrapados en situaciones delictivas o de consumo.
El trasfondo: la municipalización de Alto Comedero
Este pedido de seguridad no es un hecho aislado, sino que se enmarca en un debate mayor: la necesidad de que Alto Comedero se convierta en un municipio autónomo. Con una población que ya supera a la de muchas ciudades del interior, los vecinos sostienen que la organización política actual desde la capital no alcanza para gestionar las problemáticas locales.
"Alto Comedero ya es otra ciudad y necesita su propia organización política", afirman quienes ven en la autonomía la única vía para que el presupuesto en seguridad e infraestructura llegue directamente a los barrios que hoy se sienten postergados.


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