Vecinos de Palpalá exigen respuestas por una calle hundida y con pérdida de agua

El pavimento cedió hace meses en Congreso y Palmeras, generando una filtración constante. Ni el municipio ni Agua Potable dan respuestas. "Entre los dos no hacen uno", se quejan los vecinos.

Los vecinos del barrio de Palpalá están hartos. La esquina de Congreso y Palmeras se convirtió en un punto crítico para automovilistas y peatones, con un pavimento hundido desde hace meses y una pérdida de agua que no solo agrava la situación vial, sino que evidencia la falta de respuestas por parte del Estado.

El hundimiento del asfalto generó la rotura de una cañería de agua potable. Desde entonces, el agua fluye constantemente hacia la superficie, formando un gran charco que complica la circulación y expone a quienes pasan por la zona a accidentes. "Es imposible transitar, ni en auto ni a pie. Esto es tierra de nadie", resumió un vecino.

La indignación crece con el paso de los días y la ausencia total de soluciones. Tanto desde la Municipalidad, que encabeza Rubén Eduardo Rivarola, como desde Agua Potable S.E., las respuestas brillan por su ausencia. "Rivarola deja mucho que desear, y Agua Potable también. Entre los dos no hacen uno", expresaron con bronca los residentes.

Lo que comenzó como una simple fisura se transformó en una problemática grave, con riesgo para la salud pública, daños a vehículos y un profundo malestar social. Los vecinos ya realizaron varios reclamos, sin obtener resultados concretos.

Mientras tanto, la calle sigue igual: rota, anegada y olvidada. Palpalá, una vez más, parece no figurar en la agenda de quienes deben gobernar y garantizar servicios básicos.