Una vuelta más en el escándalo del Lobo Jujeño y el árbitro Lucas Comesaña

El escándalo por la suspensión del encuentro entre Gimnasia y Esgrima de Jujuy y Deportivo Madryn sumó un giro inesperado luego de que se conociera que la denuncia realizada por el árbitro Lucas Comesaña fue finalmente desestimada. El referí había asegurado haber recibido amenazas en la previa del encuentro, lo que derivó en la interrupción del partido y en una fuerte polémica dentro del ambiente futbolístico jujeño.

El fiscal a cargo de la investigación, Diego Funes, llevó adelante las diligencias correspondientes y determinó que no existían elementos suficientes para sostener la acusación. Tras revisar los testimonios y las pruebas presentadas, resolvió archivar la causa por no encuadrar dentro del tipo penal ni cumplir con los requisitos necesarios para avanzar judicialmente.

Según el fallo, nada de lo denunciado por Comesaña configura una amenaza en términos legales. Esta resolución deja sin efecto la versión que el árbitro había sostenido y reaviva el debate sobre la cadena de decisiones que llevaron a la suspensión del partido, un hecho que impactó de lleno en la competencia y en los hinchas.

Sin embargo, la investigación sí arrojó otro dato relevante. Dentro del expediente se detalla que Benítez fue denunciado por la madre de uno de los alcanzapelotas, quien aseguró que el involucrado le habría dicho al menor: "Vamos, salí, boliviano de mierda". Este episodio quedó asentado como un hecho independiente y generó un fuerte repudio por su carácter discriminatorio.

Con la denuncia del árbitro archivada y un nuevo caso bajo análisis, el episodio sigue dejando consecuencias. La polémica no solo expuso la fragilidad de las decisiones en torno a la seguridad deportiva, sino que también reveló tensiones internas que ahora deberán esclarecerse para que el fútbol jujeño recupere tranquilidad y evite que situaciones similares vuelvan a repetirse.