Sobreseídos los ex Vélez: polémico fallo sacude la causa por abuso en Tucumán
Un juez cerró la causa contra cuatro exjugadores de Vélez acusados de abuso sexual, pero la querella anunció que apelará la decisión.
La Justicia de Tucumán resolvió el sobreseimiento de los cuatro exjugadores de Vélez acusados de abuso sexual, una decisión que generó fuerte rechazo por parte de la querella, que adelantó que apelará el fallo por considerar que no se evaluaron pruebas clave del expediente.
La resolución fue dictada por el juez José Augusto Páez Almonacid, tras una audiencia en la que se analizaron los planteos de las defensas, la postura del Ministerio Público Fiscal y la oposición expresa de los abogados de la denunciante. Con este fallo, el magistrado dispuso el cierre del proceso penal en esta instancia, aunque dejó abierta la posibilidad de revisión en tribunales superiores.
Desde la querella, la abogada Patricia Neme cuestionó con dureza la decisión judicial y sostuvo que el sobreseimiento se apoyó casi exclusivamente en mensajes de chats entre amigas de la víctima, en los que se afirmaba que no había existido una violación. Según señaló, se dejó de lado un conjunto amplio de pruebas médicas, biológicas y digitales que, a su entender, debían ser analizadas en un juicio oral con peritos y posibilidad de repreguntas.
Los representantes de la denunciante remarcaron que el sobreseimiento no equivale a una declaración de inocencia, sino a una definición procesal que puede ser impugnada. Además, consideraron que la medida fue prematura y que no se alcanzó el grado de certeza necesario para cerrar la causa sin llegar a debate.
En ese sentido, insistieron en que no se valoraron pericias médicas, registros de comunicaciones, evidencia genética ni testimonios relevantes, y advirtieron que este tipo de resoluciones pueden derivar en revictimización y violencia institucional en casos de violencia sexual.
Tras conocerse el fallo, la víctima expresó públicamente su malestar y describió la decisión como un golpe devastador. "Siento mucha impotencia y bronca. El proceso fue muy cruel", señaló en declaraciones periodísticas, donde también cuestionó el modo en que se evaluó su comportamiento posterior al hecho denunciado.
La mujer sostuvo que se analizaron aspectos como su forma de caminar, conversaciones privadas y reacciones emocionales, lo que -según expresó- expone una mirada machista sobre cómo "debería" comportarse una víctima de abuso sexual. También lamentó el escarnio público sufrido tras la difusión de su identidad, pese a haberla resguardado durante casi dos años.
Además, negó haber buscado un rédito económico, como planteó la defensa, y aseguró que continuará apelando en todas las instancias que le permita la ley. "Hay pruebas, hay sangre, hay lesiones y material genético. Esto no puede sentar un precedente para que las mujeres no denuncien", afirmó.
El caso, que tuvo alto impacto público, vuelve a instalar el debate sobre el funcionamiento de la Justicia, el tratamiento de las denuncias por abuso sexual, la valoración de la prueba y las garantías de una investigación efectiva con perspectiva de derechos para las víctimas.


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