Polémica en el sindicato azucarero: denuncian presunta represión policial
Trabajadores aseguran que no se habría respetado el estatuto y que hubo presencia policial.
Un grave episodio de tensión y violencia habría tenido lugar en las últimas horas en la sede del Sindicato de Empleados y Obreros del Azúcar del Ingenio Ledesma (SOEAIL), donde un grupo de delegados gremiales habría sido reprimido por efectivos de la Policía de Jujuy cuando intentaba participar de una asamblea.
Según relataron los propios delegados, el hecho se habría producido en el marco de una asamblea que no habría cumplido con los requisitos estatutarios, lo que generó el rechazo de sectores autoconvocados del gremio. La situación habría derivado en forcejeos, golpes y una intervención policial que habría dejado personas heridas, siempre de acuerdo a las denuncias realizadas.
Gonzalo Mercado, uno de los delegados involucrados, sostuvo que se presentaron en el lugar para impugnar una asamblea que carecería de validez legal, ya que no habría sido debidamente convocada. En ese contexto, aseguró que el objetivo del encuentro habría sido expulsar a delegados autoconvocados que vienen realizando medidas de protesta contra la empresa Ledesma. También afirmó que se habría ofrecido dinero a afiliados para avalar dicha decisión, extremo que por el momento no fue confirmado oficialmente.
Siempre según su versión, a varios trabajadores que no responderían a la actual conducción no se les habría permitido el ingreso, y personas ajenas al conflicto habrían ejercido violencia física, lo que provocó reacciones y posteriormente una represión policial, incluso con presencia de policía montada. Mercado señaló además que la supuesta suspensión de la asamblea habría sido una maniobra, ya que luego se habría realizado una reunión paralela para firmar un acta de expulsión contra cinco delegados y miembros de una comisión directiva anterior.
En la misma línea, Daniel Salcedo, secretario de actas de la comisión directiva, indicó que no habría sido notificado formalmente de la asamblea. Al llegar, afirmó que el predio estaba cercado por efectivos policiales y que numerosos afiliados habrían sido impedidos de ingresar, algunos de ellos golpeados durante los incidentes. Ante esta situación, señaló que se labró un acta con firmas de los presentes dejando constancia de lo ocurrido.
Este episodio se sumaría a un escenario de fuerte conflictividad interna, marcado por alrededor de 300 despidos en el último año, la falta de acuerdos salariales y denuncias de persecución sindical. Desde los sectores críticos advirtieron que el conflicto podría agravarse, ya que los trabajadores manifestarían un creciente malestar frente a lo que consideran inacción del sindicato y el uso de prácticas violentas para disciplinar a los delegados disidentes.
Hasta el momento, no hubo una versión oficial por parte de la conducción del sindicato ni de las autoridades policiales sobre los hechos denunciados.


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