Falta de empatía

¿Pirotecnia sonora cero? La discusión de cada año y la ordenanza que nadie cumple

"Sufren los Veteranos de Malvinas, los animalitos, los ancianos, los chicos TEA", no es justo, el reclamo incansable de una vecina jujeña.

QPJ JUJUY

La falta de empatía vuelve a ponerse en evidencia cada año durante las fiestas con el uso de pirotecnia sonora, una práctica que, pese a estar prohibida en Palpalá, se repite sin control ni conciencia social. Así lo remarcó Elizabeth Gutiérrez, proteccionista independiente, quien lanzó la campaña "Pirotecnia Sonora Cero" para visibilizar una problemática que afecta gravemente a distintos sectores de la comunidad y que, año tras año, parece no encontrar respuestas concretas.

En Palpalá existe una ordenanza vigente que prohíbe la venta y el uso de todo tipo de pirotecnia, sin embargo, la norma no se cumple. Las consecuencias son claras y dolorosas: sufren los veteranos de Malvinas, los niños y niñas con TEA, las personas mayores y los animales. Hay familias que llegan a pasar el brindis de las 12 encerradas en un baño para aislar a sus hijos del ruido extremo, una situación que refleja hasta qué punto la falta de empatía se naturalizó. "No es justo que algunos puedan festejar mientras otros padecen", advierten desde el sector proteccionista.

El problema no se limita solo a Navidad o Año Nuevo. La pirotecnia sonora también aparece en distintos festejos y actividades a lo largo del año: eventos en la vía pública, canchas, festividades religiosas, marchas y celebraciones varias. En las fiestas de fin de año, el ruido suele comenzar horas antes de la medianoche y se extiende por largo tiempo, generando un estrés sostenido en quienes no pueden tolerarlo. A esto se suma un dato alarmante: todos los años se registran personas heridas, algunas con lesiones graves e irreversibles, como la pérdida de manos o dedos.

Desde la campaña "Pirotecnia Sonora Cero" insisten en que no se trata de prohibir la celebración, sino de promover festejos responsables y respetuosos. La ordenanza existe y debe cumplirse, pero también es necesario un cambio cultural basado en la empatía. Entender que el derecho a festejar no puede estar por encima del derecho de otros a vivir sin miedo, dolor o sufrimiento es el primer paso para que, alguna vez, las fiestas sean realmente para todos.

Comentarios

Tucomentario

Nombre

Más de Jujuy