La falta de limpieza y la contaminación de los jujeños pone en peligro a las personas por la posible generación de un foco de bacterias e insectos en la zona.
La falta de limpieza en arroyos y el Río Grande, el crecimiento descontrolado de basurales a cielo abierto y los desbordes de líquidos cloacales en incontables barrios son el foco de las quejas. A pesar de las resoluciones del Concejo Deliberante, las autoridades no actúan.
Vecinos del barrio 47 Hectáreas de Alto Comedero, liderados por Dante Carrera, alzan la voz por un grave problema sanitario. Un punto de descarga de líquidos cloacales, cuya planta de depuración es ineficiente o "ficticia", arroja agua servida y residuos al arroyo Los Guayos.
Vecinos del barrio San Pedrito denunciaron que la ciclovía del barrio está cubierta de basura y escombros. Reclaman limpieza urgente y controles más estrictos para evitar que el lugar siga deteriorándose.
Desde el centro vecinal del barrio Antártida Argentina, aseguran que los desechos de Palbus habrían generado un fuerte olor y temen por la salud de las familias que viven en la zona.
La Corte Suprema dispuso el cese inmediato de la explotación hidrocarburífera en el Parque Nacional Calilegua y fijó el 2030 como plazo límite para la recomposición ambiental.
En cercanías del Río Las Pavas se formó un basural a cielo abierto que genera fuertes olores y preocupa a los vecinos. En la provincia hay más de 400 puntos críticos y solo se erradicaron 23.
Así lo aseguró el arquitecto Julio Zeballos, quien pidió soluciones inmediatas a este problema que pone en riesgo la salud y el disfrute de los jujeños.
QPJ JUJUY