incluida milagro

Cómo viven la cárcel cada uno de los presos K

Las cartas de De Vido, la psicosis de López y la pelea de Jaime por tener DirecTV.

“Está shockeado, deprimido. Siente que no tiene que estar preso, que es un atropello jurídico lo que le hicieron”, dice un miembro del círculo íntimo del ex superministro Julio De Vido, detenido en el penal de Ezeiza. “Hoy no se lo ve tan poderoso, está metido en una depresión absoluta”, completa uno de los hombres del equipo de seguridad que lo vigila.

El desaforado diputado pasa sus días dentro del Hospital Penitenciario Central (HPC) del complejo de Ezeiza, una dependencia del penal dedicada a los convictos con problemas de salud, psicológicos o posibles de sufrir ataques si se los junta con el resto de la población. El funcionario se pasa sus días escribiendo cartas de puño y letra, algunas de las cuales ven la luz gracias a su esposa, Alessandra Minnicelli, que se encarga de transcribirlos y difundirlos a través de medios de comunicación.

El general Milani, otrora jefe del Ejército K, procesado y detenido por crímenes de lesa humanidad pasó, en abril, del pabellón de los presos por delitos de “lesa” al HPC. “Sufre un estrés severo, está angustiado, se siente un rehén, aunque intenta salir a flote escribiendo y leyendo”, asegura su abogado Gustavo Feldman, quien intenta conseguir un arresto domiciliario para su cliente.

Por su parte José López, antiguo Secretario de Obras Públicas, es quien peor la está pasando: luego de que lo encontraran con 9 millones de dólares y un arma de alto calibre en un convento de General Rodríguez, cayó en una psicosis profunda que le demandó meses de trabajo para volver a conectar con la realidad. Hoy, López está mejor que cuando llegó, aunque a veces cae en paranoias profundas.

En el “C” también está Báez y los guardias arman sus rutinas especialmente para que jamás se crucen. El supuesto testaferro K terminó de redactar su nuevo testamento y, de todos, es quien más sereno se muestra y quien mejor se adaptó a la prisión.

En tanto, Ricardo Jaime sigue irritado con el servicio penitenciario: sus abogados se cansaron de presentar habeas corpus para que le den acceso a DirecTV, y así poder ver los partidos de fútbol. Aunque parece difícil, su defensa espera que ahora, luego de la privatización del fútbol, la Justicia le conceda ese “capricho”. Además, en Marcos Paz están alojados Roberto Baratta, mano derecha y amigo de Jaime, Claudio “el Mono” Minnicelli, cuñado del ex Secretario de Transport .

En el mismo establecimiento que Jaime y sus ex laderos, se encuentran Víctor Manzanares, ex contador de la familia Kirchner, y el sindicalista Omar “Caballo” Suárez. Ambos pueden llegar a ser trasladados al penal de Marcos Paz.

Finalmente, en Jujuy, Milagro Sala, la líder de la Tupac, sigue detenida. Había conseguido la prisión domiciliaria, pero la perdió a principios de octubre. No tiene los beneficios del programa IRIC y está con reclusas comunes, muchas de las cuales fueron beneficiarias de sus dádivas en otros tiempos.

Comentarios

  • Sergio

    Son perejiles..faltan pez gordos..!le soltaron la mano..!!calcaterra..ketrina.etc..y llegan a los gobiernos actuales..que rrobaron 40 años al pais..virrey incluido!!

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  • Nestor

    Muy bien por estos que estan encerrados. Los Argentinos, los jujeños estamos por creer en la justicia, pero queremos que haya un pronunciamiento adecuado a lo que hicieron cada uno y pasen el resto de sus vidas en la cárcel. Además, que se preparen para los que ahora estan en el poder porque tambien varios deben ir preso. La justicia debe ser igual para todos.

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