Muy triste

La madre de Fernando dijo que fue lo que más le dolió del crimen: "Es muy fuerte"

La mujer presencia el juicio que se lleva a cabo por el asesinato de su hijo; expresó sus expectativas y respondió si perdonaría a los acusados.

En medio de una gran tristeza mientras se lleva a cabo el juicio por el brutal asesinato de Fernando, Graciela Sosa habló este jueves y pidió una condena ejemplar porque "su hijo ya está encerrado en un ataúd".

Máximo Pablo Thomsen, Ciro, Lucas y Luciano Pertossi, Enzo Comelli, Matías Franco Benicelli, Blas Cinalli y Ayrton Michael Viollaz, son los ocho imputados por el crimen de Fernando. "Fue una cacería humana", afirmó Graciela esta mañana en diálogo con Leo Montero en Nosotros a la Mañana (eltrece), en la previa al inicio de la cuarta jornada del juicio, tras escuchar los detalles del crimen de su hijo en boca de los testigos del hecho que en las audiencias anteriores brindaron su testimonio.

"Sentí muchísimo dolor, la forma que le tendieron la emboscada", detalló la mujer en medio de un doloroso llanto. En la misma línea, destacó que mientras ella escuchaba a los testigos notó que los imputados se reían, aunque trataron de ocultar sus gestos con los barbijos que se colocaron. "Parecía que se sentían seguros de que iban a salir de esto", aseguró Graciela y agregó: "Es una vergüenza que se rían. No sé por qué, porque acá es todo dolor, no venimos a buscar venganza, si justicia y merecemos respeto".

En cada palabra, el dolor de Graciela se hizo presente. Y demostró que los recuerdos de Fernando siguen intactos en ella, como también la idealización de todo lo que podría haber vivido junto a su hijo si estuviera vivo y no se lo hubiesen arrebatado cuando apenas tenía 18 años. "Pensé que un día iba a ver a mi hijo cuando se reciba de abogado, pero no en la situación de escuchar como lo asesinaron", aseguró.

Al ser consultada por Montero acerca de la actitud de los acusados del crimen frente a ella y el nulo pedido de disculpas por su accionar, la mujer indicó que ya no espera un pedido de perdón de su parte. "No tienen por qué hacerlo, porque ya pasó mucho tiempo. Que pidan perdón a Dios. No soy quien para hacerlo, pero no los perdonaría. Quiero que les den perpetua porque a mi hijo lo tengo encerrado en un ataúd de donde nunca saldrá. Yo perdí todo, sus abrazos, sus besos. Nunca tendré un nieto", aseguró.

En busca de respuestas, Graciela reveló que en la primera jornada del juicio tras brindar su testimonio, que la colocó en el estrado cara a cara con los acusados, pasó por al lado de ellos y les habló directamente para preguntarles el por qué asesinaron a su hijo, pero la respuesta nunca llegó y continúan con el cuestionado "pacto de silencio". "No esperaba nada igual ¿Qué me van a decir? Porque cuando sonríen pienso que no están arrepentidos porque por respeto tendrían que haber bajado la mirada", expresó.

/La Nación


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